Los políticos israelís se enfrentan por tercera vez consecutiva en los últimos 11 meses a la formación de un Gobierno, una tarea en la que fracasaron tras las elecciones legislativas de los pasados 9 de abril y 17 de septiembre.

Después de lograr los apoyos de diversas fuerzas políticas, intentará formar ejecutivo el líder de la coalición de centro-derecha Azul y Blanco, Benny Gantz, que ayer recibió el mandato oficial para hacerlo por parte del presidente de Israel, Reuven Rivlin.

Gantz prometió «formar un Gobierno de unidad lo más amplio posible dentro de unos días», y afirmó que su Ejecutivo «curará a la sociedad israelí del coronavirus, así como del virus del odio y la división».

«Estos días no son normales (...). Los líderes tienen que dejar a un lado las consideraciones personales», subrayó Gantz. Y señaló que su gabinete representará a votantes de todos los partidos. «Extiendo mi mano», dijo el exjefe del Estado Mayor, que hizo un llamamiento al primer ministro en funciones, Binyamin Netanyahu, para que se sume a los esfuerzos de Azul y Blanco «para sanar a la sociedad israelí».

Rivlin encargó a Gantz la formación del Gobierno después de que el general retirado recibiera más recomendaciones que Netanyahu. El exjefe del Estado mayor consiguió el domingo el apoyo del partido de ultraderecha laico Israel Nuestro Hogar, liderado por el exministro de Defensa Avigdor Lieberman. Gantz ya contaba con el respaldo de la Lista Conjunta -partidos principalmente árabes- y el de las formaciones de centro-izquierda Laboristas y Meretz.

Gantz dispone ahora de 28 días para intentar formar una coalición. Si pasado este periodo no lo ha logrado, puede solicitar una extensión de 14 días. La mayoría de los apoyos logrados por Gantz estaban destinados a que fuera el primer candidato que intenta formar Gobierno.