No hay figuras sagradas ni intocables para el presidente Donald Trump. Como hizo en su día con el senador John McCain, el presidente de Estados Unidos arremetió el miércoles contra el decano de los congresistas durante el mitin que pronunció en Michigan casi a la misma hora en que el Congreso aprobaba el proceso para juzgarle políticamente. Trump sugirió que el fallecido John Dingell, quien sirvió durante 59 años en la Cámara de Representantes tras luchar en la segunda guerra mundial, está en el infierno.

«Quizás nos está mirando desde abajo», dijo el mandatario estadouniodense tras explicar que, cuando falleció el congresista demócrata, su viuda se comunicó con el presidente para darle las gracias por la ayuda que le prestó en el funeral y decirle que Dingell lo había estado «mirando desde arriba». El insulto estuvo motivado por el respaldo que unos minutos antes su viuda («Debbie Dingel, menuda belleza») había dado al ‘impeachment’ como congresista del Partido Demócrata en Washington.