Al presidente de Estados Undios, Barack Obama, le han bastado dos discursos públicos, una rueda de prensa, muchas francas sonrisas y alguna que otra frase más en cubano que en español parameterse a los cubanos en el bolsillo.

Pocas veces antes ha resultado tan fácil hace entrevistas en las calles de La Habana. En general, la gente tiene ganas de hablar. De repente, se han visto libres de ataduras para decir lo que piensan y, quizá, esto sean los primeros síntomas del 'efecto Obama'.

"Sincero", "convincente", "amigo"… eso dicen de Obama, que no ha venido con un lenguaje de confrontación ni un discurso de barricada, de 'Socialismo o Muerte', al que están acostumbrados los cubanos dentro de la isla. Incluso han tenido ocasión de ver a Raúl Castrotodo este día vestido de traje, no con su perenne uniforme de general de Ejército y solo presentado como presidente, sin toda la machacadera de los epítetos que suelen acompañarle.Castro afable con Obama y Obama afable con Castro.

Los medios nacionales, afines al Partido Comunista, han desplegado una amplia contracampaña, como en sus mejores momentos estando Fidel Castro en activo, para contrarrestar las simpatías que ha despertado Obama en la población, a pesar de que sus intervenciones no son retransmitidas y los horarios en que aparecerá por la televisión se conocen por boca en boca o por mensajes de teléfono avisando a familiares y amigos que enciendan los aparatos.

"HE LLORADO"

Carmen, que prefiere no dar su apellido, va rumbo al Tanga, una tienda de alimentos al lado de la gasolinera más próxima de la embajada de Estados Unidos. Tiene unos 50 años y dice haber sido maestra de primaria.

“Tengo el corazón que se me revienta de alegría, lo empecé a ver sentada ante el televisor, pero me tuve que parar porque estaba excitada y emocionada. Y feliz. He llorado, no lo voy a negar. No vino hablando de guerra, sino de la familia, de los niños, del orgullo nuestro. Mencionó a Celia Cruz y a la Caridad del Cobre, nuestra patrona, y le dijo 'Cachita' como lo hacemos nosotros de cariño. Nos conoce muy bien".

Hay un cerco aséptico en las inmediaciones de la embajada de Estados Unidos en La Habana, tal vez para evitar que la ciudadanía se contamine de la disidencia, que se reúne allí con el mandatario de visita. Muchos policías de uniforme y otros de civil, que se distinguen por el porte. En el cruce de las avenidas Línea y G se congregó unamultitud en espera, corre el rumor, de que por ahí pase Obama.

"ES EL MEJOR"

Más cerca de la embajada, lo que hasta ahora fue solo la Oficina de Intereses, camina Luis Ortega, abogado, que trabaja en un bufete colectivo en El Vedado y espera ver pasar al estadista. “Este hombre (Obama) vino con la mano extendida.Lo que Obama propone es un intercambio de ideas y no nos está vendiendo el producto de la sociedad americana sino que sea el pueblo cubano el que decida su futuro. "Es el mejor", añadió.

MENSAJE DE PAZ

Al pie de la escalinata de entrada a la Funeraris Rivero, casi al lado de la embajada de Estados Unidos está una enfermera del Hospital Maternidad de Línea, en las proximidades. “Hubo un americano que dijo 'Tengo un sueño y yo lo estoy teniendo también porque desde hoy voy a soñar, despierta o dormida, como sea, porque me siento con derecho y esperanzas de hacerlo. Obama dijo "conciliación", esa es la palabra más bonita que se debe quedar dentro de nuestros oídos. Todos mis tíos, excepto una, murieron en Miami y nunca los volví a ver. Partieron para volver cuando se cayera el comunismo y de eso hace 54 años.