Irlanda celebró ayer unas elecciones generales que pueden dar un avance significativo del Sinn Féin, hasta ahora una fuerza minoritaria en la República. De acuerdo con la mayoría de sondeos, los votantes parecían dispuestos a romper la alternancia entre los dos partidos del centro derecha, el Fine Gael y el Fianna Fáil, que han dominado durante décadas la política irlandesa.

Los republicanos, con su líder Mary Lou McDonald, se han presentado como la alternativa de izquierdas frente al poder establecido. Las encuestas les situaban a la cabeza, empatados con Michael Martin, del Fianna Fáil. Martin, exministro de Exteriores, es quien tiene más posibilidades de ser el encargado de formar un nuevo Gobierno en minoría o bien en coalición.

LEYES DE PESO / El hasta ahora primer ministro, Leo Varadkar, se perfilaba como el gran perdedor de la contienda, a pesar de su prestigio internacional por la gestión del brexit. En los sondeos no lograba que el Fine Gael superase la tercera plaza. Varadkar ha sido el primer primer ministro gay de un país tan católico como Irlanda. Con su Gobierno se aprobaron, en referéndum, el matrimonio entre parejas del mismo sexo y la despenalización del aborto. Ahora, sin embargo, lo que más preocupa a los ciudadanos son más los problemas del día a día.

McDonald ha centrado su programa electora en la falta acuciante de viviendas accesibles para los jóvenes, la sanidad y las pensiones. También pide un referéndum sobre la reunificación de la isla en el plazo de cinco años. Su voz ha encontrado un eco especial entre las mujeres y entre los más jóvenes.

Tanto Martin como Varadkar advierten de que no irán en coalición con el Sinn Féin, por su íntima relación en el pasado con el Ejército Republicano Irlandés (IRA). Pero ese tabú también se ha roto.

McDonald, de 50 años, representa una nueva generación que no está directamente vinculada como su antecesor, Gerry Adams, ni con el pasado sangriento de la banda armada.

El aumento de diputados republicanos en el Dáil (el Parlamento irlandés), incluso aunque no consigan entrar en el Gobierno, puede ser determinante para el futuro de Irlanda. El resultado, tras un sondeo a medianoche, se conocerá a media tarde de este domingo.