La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyer, pidió ayer al primer ministro británico, Boris Johnson, que reconsidere su negativa a ampliar el periodo de transición en la etapa posterior al brexit. El primer encuentro cara a cara entre Johnson y Von der Leyer, considerado como un simple contacto introductorio, marcó claramente las diferencias con las que el Reino Unido y Bruselas afrontan las conversaciones sobre la futura relación mutua.

Johnson insiste en que el acuerdo con la UE debe completarse a finales de año. Para Von der Leyer es «imposible». «Sin extender el periodo de transición más allá del 2020, no se puede esperar llegar a un acuerdo en cada aspecto de nuestra asociación. Habrá que priorizar», declaró la alemana durante la conferencia que pronunció en Londres antes de la reunión con el premier británico. En la práctica, subrayó, «habrá nueve o diez meses como máximo» para culminar el pacto, de manera que pueda ser ratificado el 31 de diciembre, como quiere Johnson.

Von der Leyen advirtió de que las negociaciones serán «duras» y llegarán «tan lejos como se pueda», aunque la relación, «nunca podrá, ni va a ser tan próxima como antes».

El encuentro con el primer ministro en la residencia oficial de Downing Street duró algo menos de una hora y contó con la presencia del jefe negociador de la UE, Michel Barnier, que insistió en que dejar la UE es un proceso muy complejo, que implica la renegociación de «600 acuerdos internacionales», así como un nuevo pacto de libre comercio. La entrevista concluido sin declaraciones ni comparecencia ante la prensa.

DISTANCIA / Durante la conferencia en la London School of Economics, titulada Viejos amigos, nuevos comienzos, Von der Leyen remarcó que la Unión Europa quiere una relación «ambiciosa y global» con el Reino Unido después del brexit. Ambas partes seguirán siendo, «los mejores amigos y socios», pero la relación forzosamente será diferente. «Cada elección acarrea una consecuencia. Con cada decisión hay una contrapartida», sostuvo.

«Sin libertad de circulación de las personas, no pueden tener libertad de movimiento de capitales, de mercancías y servicios. Sin igualdad de condiciones en medio ambiente, trabajo, impuestos o ayudas del estatales, no se puede tener el mejor de los accesos al mayor mercado único en el mundo». Johnson promete realizar un «corte limpio» con la UE y marcar una distancia neta de la normativa comunitaria. «Cuanta más divergencia exista, más distante tiene que ser la asociación», expuso la presidenta de la Comisión.

INESTABILIDAD / Von der Leyen dejó claro que la prioridad para la UE es mantener la integridad del mercado único y la unión aduanera. «Una consecuencia del voto en favor del brexit ha sido el reforzamiento de la unidad y la fe en Europa como proyecto por el bien común. La verdad es que el brexit ha subrayado el valor de estar juntos, en un mundo tan inestable como el de hoy», según dijo.

En esta nueva etapa habrá mayor claridad, apuntó, porque en la anterior negociación «siempre había la incertidumbre de si el brexit iba o producirse o no». «Era una incertidumbre que tensó las negociaciones e hizo que fueran inevitablemente tensas. Estas nuevas negociaciones se desarrollarán en un marco de claridad, y de interés mutuo por hacer que funcionen», expuso la dirigente.