Los principales aliados de Estados Unidos (EEUU) en Oriente Próximo, Israel y Arabia Saudí, están en máxima alerta ante la posibilidad de que Irán opte por ampliar la represalia por el asesinato del general Qasim Soleimani mientras que Irak pidió ayer a Washington y Teherán que no conviertan a su territorio en su campo de batalla. El presidente iraquí, Barham Saleh, hizo un llamamiento a «evitar cualquier choque militar en el territorio de Irak y meter a los iraquís en una nueva guerra».

En términos similares se expresaron las autoridades de la región autónoma del Kurdistán iraquí, territorio donde está ubicada una de las dos bases militares estadounidenses que fueron atacadas con misiles iranís. En un comunicado, llamaron a todas las partes a «alejar a la región de Kurdistán de los conflictos y disputas». También advirtieron de la «necesidad del apoyo de la coalición (internacional) para continuar la lucha contra Estado Islámico».

El primer ministro en funciones israelí, el derechista Binyamin Netanyahu, por su lado, tras aplaudir una vez más el asesinato de Soleimani, amenazó ayer a Teherán con una respuesta contundente si el Estado hebreo es atacado. «Israel se mantendrá firme ante sus enemigos. Cualquiera que trate de atacarnos sufrirá un duro golpe», dijo. «Es muy importante decir que Israel está al lado de Estados Unidos. América no tiene mejor amigo que Israel e Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos de América», declaró.

Netanyahu, que se enfrentará en marzo a nuevas elecciones para tratar de salir del bloqueo político desde el pasado abril, advirtió también de que «la tensión regional» y «la lucha entre los extremistas y los moderados continúa».

La monarquía absolutista saudí también mantiene un contacto permanente con la Casa Blanca. El viceministro de Defensa, Jaled bin Salmán, se reunió el martes con el presidente de EEUU, Donald Trump, durante su visita a Washington. El viceministro saudí dijo que había entregado a Trump «un mensaje del príncipe heredero», Mohamed bin Salman, aunque no ofreció detalles de este.En una foto en Twitter, Jaled bin Salman, Trump y su yerno, Jared Kushner, aparecen sentados en un despacho de la Casa Blanca.

Kushner es uno de los arquitectos del plan de Washington para el conflicto israelo-palestinos que hasta ahora se ha manifestado con el traslado de la embajada de EEUU a Jerusalén y en no reconocer a las colonias judías en Cisjordania como territorios ocupados, una decisión que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo ayer servirá para consolidar la paz.