El benjamín A del Villarreal está demostrando esta temporada ser un equipo con un talento inmenso. La imaginación de sus futbolistas, unida al rigor que aprenden día a día, les está valiendo para firmar actuaciones memorables.

Eso sí, la regularidad es la asignatura pendiente de un grupo de canteranos que sueña con llegar algún día a jugar en El Madrigal.

Uno de sus entrenadores es Álex Valle, que se muestra orgulloso de sus jugadores: “Cada jugador es diferente, pero son espectaculares. Este equipo es capaz de cosas increíbles, pero al mismo tiempo sabemos que todavía tienen muchísimo que mejorar porque al fin y al cabo son niños”.

El ambiente en el vestuario es magnífico, no hay envidias entre los pequeños y todos reman en una misma dirección. “Que haya un gran clima en el vestuario es fundamental. Al final, solo así, da resultado el trabajo. Es importante que se sentan a gusto trabajando y que disfruten en cada entrenamiento y en cada partido”, analiza Álex Valle.

COMPROMISO // Muestra de la unión que existe en el vestuario del Benjamín A es que uno de sus componentes, Borja Ferrando, va a los entrenamientos pese a estar lesionado en un brazo y no poder hacer los mismos ejercicios que sus compañeros. Una piña.

El máximo goleador de este Benjamín A es Marc Angensó, hijo del exguardameta profesional Alfredo Argensó, que jugó en equipos como el Espanyol, Badajoz y Elche, entre otros, y que ahora entrena guardametas en la Cantera Grogueta. La humildad del chaval es digna de elogio. “Mi padre siempre me dice que da igual que marque siempre que ayude al equipo”, comenta Marc.

El Benjamín A del Villarreal lo tiene todo para disfrutar sobre el terreno de juego. Sus jóvenes futbolistas tienen calidad e ilusión por seguir creciendo y sus entrenadores unas ganas inmensas de trabajar con tal de que su progresión sea fulgurante. Un grupo humano y futbolístico excelente. H