El baloncesto es un deporte de equipo, en el que la colectividad está por encima de las individualidades y cada uno aporta lo mejor de sí por el bien común. Un claro ejemplo de ello es el Júnior B del Amics Castelló, un grupo que está funcionando como un bloque y que está sorprendiendo por el buen rendimiento mostrado en el primer tramo de temporada en el grupo A de Preferente.

Al frente de estos chicos está un dúo que predica con el ejemplo: son dos pero funcionan como uno solo. Se trata de Manolo Aicart y Luis Pallarés. “La verdad es que estamos muy satisfechos de este grupo porque todos los jugadores son muy trabajadores”, afirman los dos técnicos al unísono con orgullo. “Estamos buscando la mejora individual de cada uno de ellos, que repercute en el aspecto colectivo”, señalaron.

Ambos quieren que su spupilos “estén preparados para que la temporada que viene puedan dar el salto al júnior A o categorías superiores y no se noten las carencias”, indica Aicart. La verdad es que el objetivo que señala el entrenador es de suma importancia, ya que la gran mayoría de la plantilla son júniors de primer año, por lo que serán la base del conjunto que compita en Autonómico la próxima temporada.

“Debemos buscar la mejora continua pensando en la formación de los jugadores. Además, tampoco debemos olvidar que estamos en una categoría muy exigente, en la que se enfrentan continuamente a rivales de segundo año, algo que viene muy bien para ir curtiéndose. Cuanto más exigente es una categoría, más exigencia para el jugador”, señala Pallarés.

buen balance

Por el momento, este equipo parece haberse aclimatado bien a esta circunstancia, ya que el balance en liga es de 9 victorias por tres derrotas. Pese a estos buenos resultados, el júnior B quiere más. “Tenemos todavía lagunas en el juego propias de la edad, ya que a veces cuesta mantener el mismo nivel de intensidad y concentración. Estamos trabajando para ir mejorando en este aspecto”, puntualiza Aicart. H