El prebenjamín D del Villarreal no tiene portero específico y sin embargo es uno de los equipos menos goleados de toda la #CanteraGrogueta. Bueno sí que juega con guardameta, pero sus jugadores van rotando para ocupar el sitio bajo los palos. Solo así aprenden a ser todos iguales y conocen lo que se siente cuando te meten un gol. Una iniciativa curiosa pero que los pequeños talentos han asimilado con naturalidad y respeto por los compañeros.

El compañerismo es fundamental a la hora de formar a estos pequeños ‘cracks’. De hecho ya lo dice su grito de guerra antes de los partidos: “Equipo, compañeros, amigos, un, dos, tres, Villarreal”. Una auténtica piña.

“Es un placer entrenar a estos chicos. Lo más importante es el equipo, divertirse y que creen unos valores respetando siempre al compañero y a los rivales”, comenta Iñaki López.

Según uno de los dos preparadores, el prebenjamín D está dando los pasos adecuados: “Van entendiendo los conceptos poco a poco. Son muy pequeños y a veces nos sorprenden porque son esponjas y aprenden rápido”.

Es habitual que los entrenamientos se detengan para que los chavales expresen su opinión acerca de un ejercicio. Es parte de la nueva metodología que ha implantado el club y que tan bien han aceptado los jóvenes talentos de la Cantera Grogueta.

POR EL BUEN CAMINO // El otro entrenador de este prebenjamín D, Nico Román, tiene claro que esa es la línea a seguir por el bien de la formación como personas de los jóevenes futbolistas: “Lo importante es que relacionen el fútbol con la vida real. Tienen que aprender a competir con una serie de valores que puedan utilizar a lo largo de su vida”.

Con tan solo seis años, los componentes de este prebenjamín D apuntan muy alto, siempre desde la base del compañerismo. Todos juegan de portero, se apoyan, respetan y, sobre todo, corren por divertirse defendiendo los colores de su equipo preferido. Un equipo en mayúsculas con toda la vida por delante. H