El desprendimiento de uno de los elementos decorativos, de entre 70 y 80 kilos, situado en uno de los arcos que soportan el tambor de la cúpula del templo de Sant Bartolmeu, sede de la muestra Pulchra Magistri en Benicarló, ha llevado a la Fundación de la Llum de les Imatges a cerrar la muestra una semana. Este es el tiempo previsto para ejecutar las obras de emergencia, que consistirán en fijar 54 florones y para las que se destinan 20.000 euros.

La gerente del ente, Carmen Quintero, compareció ayer acompañada por el alcalde, Marcelino Domingo; los arquitectos de los trabajos, Carles Bohigues y Salvador Lara; y por el rector de la parroquia, Carlos García, para confirmar el cierre del edificio por razones de seguridad.

Sin embargo, Quintero aclaró que, según los técnicos, no hay motivo alguno para pensar que pueda desprenderse otro elemento, y calificó el hecho de “accidente”, si bien también empleó la palabra “milagro” para referirse a que sucedió de madrugada (en concreto, el 27 de diciembre).

Sin embargo, y debido a la aparición de unas grietas muy finas posteriormente en otros dos plafones, se decidió cerrar la iglesia para evitar desprendimientos. No obstante, indicaron que volverá a abrirse al público el martes, 4.

Los técnicos están investigando las causas y, pese a que se desconocen, aseguraron que no tienen relación con las obras de recuperación, ya que, “la zona afectada no fue intervenida”, señaló Quintero. Bohigues confirmó que “no se percibió ningún indicio de la patología en los trabajos”, y apuntó que resulta extraño que la fijación de los elementos estuviera realizada “con mortero”. Lara lanzó un mensaje de tranquilidad, afirmando que no es un problema estructural, “la estabilidad no está comprometida”. H