Cerca de un centenar de guardias romanos recorrieron ayer parte del centro de Vila-real con motivo de la II Trobada de Guàrdies Romanes i Armades. Participaron cinco agrupaciones, dos más que en la primera edición: la Guardia Pretoriana del Canyameral, de València; la cofradía del Sant Sepulcre de Xàtiva (Valencia); los Estaferms de Badalona (Barcelona); y los Armats dels set dolors de Juneda (Lleida); que estuvieron acompañados por los anfitriones, los judíos de la Puríssima Sang, que sumaron figuras a este segundo desfile en la localidad.

Fueron un representante de la máxima autoridad o cónsul y un grupo femenino de diferentes edades. Mujeres que tuvieron su primera participación activa hace unos meses, en un acto en Segorbe, tras considerarlo la entidad, inspirados por un colectivo similar de Manresa en el que el papel femenino ya era una realidad, y que aquí también era posible darles cabida en sus eventos.

Desarrollo

El acto, de los primeros de la programación de Semana Santa -hace unos días se llevaron a cabo dos tamborradas-, arrancó con la formación en el exterior de la Casa dels Mundina, que se convirtió en cuartel general de estos personajes basados en los guerreros de la antigua Roma, quienes custodiaron y llevaron hasta la cruz a Jesús. Y de allí salieron, arropados por numerosos curiosos. Estos pelotones militares completaron un recorrido más extenso que el del año pasado, aunque con las mismas paradas en la basílica de Sant Pasqual y en la capilla de la Sang. Al llegar a la plaza Major, final de la exhibición, los participantes tuvieron que esperar, puesto que el ágora acogió también la lectura del manifiesto con motivo del Día de la Mujer Trabajadora.

La entrada de los escuadrones fue por el pasillo entre las rampas de la plaza, ya que compartieron espacio con la feria outlet.