C amila Castelluchio Monroy es simpática, vivaracha y tiene unas ganas enormes de vivir las fiestas de la Magdalena en la comisión de la gaiata 6, Farola-Ravalet, una entidad que la ha acogido con los brazos abiertos. La nueva madrina de este céntrico sector tiene 22 años y trabaja en el Club Natación Azahar Sincro y en Torresport, además de desempeñar las funciones de encargada de logística en una empresa. Sin embargo, y a pesar de sus múltiples responsabilidades laborales, estas no son impedimento para implicarse a tope en su madrinazgo. Pertenece a la gaiata 6 desde el 2017, cuando fue dama de honor y, además, ha estado vinculada a las fiestas fundacionales a través de los bailes regionales que desde pequeña practicaba en el colegio de las Carmelitas y que mostraba en el Pregó. También salía en la ofrenda con 4 años. Pero Camila no es la única de su familia comprometida con la fiesta porque a la comisión pertenecen sus padres y su hermana pequeña, que este año es dama de honor.

«Al ser madrina de este sector he visto como se cumplía el mayor sueño de mi vida porque, anteriormente, debido a los entrenamientos que debía de realizar, no pude representar a la gaiata», explica la joven, quien destaca que logró el primer puesto del Campeonato Internacional de Natación Sincronizada celebrado en Holanda en el 2018.

Y es que Camila disfruta mucho en el sector porque son «una gran familia y predomina el buen ambiente», destaca. Por este motivo, quiere decirle a los vecinos que «participen en la gaiata porque es un orgullo vivir las fiestas desde dentro». Unas festividades de las que la joven madrina destaca el desfile de gaiatas donde Farola-Ravalet mostrará su trabajo de todo el año a través del monumento de luz y color, la Romeria en la que la ciudad recordará su fundación, el Magdalena Vítol con el que finaliza un ciclo festero pero comienza otro y la ofrenda de flores para mostrar el «sentimiento» hacia la patrona de Castelló, como sus actos preferidos. Sin duda, el 2020 será un gran año para Camila Castelluchio. Un ciclo que ya ha comenzado y que vivirá a tope.