El encaste Murube-Urquijo, que tanta predilección tuvo para las figuras en décadas anteriores, se ha visto relegado hoy día a las corridas de rejones. Primero, porque no es muy del agrado de los toreros actuales, y segundo, porque es un encaste con unas características que permiten hacer el toreo a caballo con categoría y como requieren los nuevos públicos que se haga, con despaciosidad y temple.

Es el de Murube un toro que ante todo, tiene un galope franco, constante y sin cambios bruscos de ritmo o velocidad, lo que lo convierten en un toro ideal para seguir las cabalgaduras y permitir que los rejoneadores puedan sacar todo su potencial artístico.

La de Castillejo de Huebra es una de las ganaderías emblemáticas de Salamanca, en la que su propietario, José Manuel Sánchez, fue uno de los últimos románticos del campo charro. Tras su fallecimiento hace ahora dos años, es su hija María José la que lleva el timón de esta vacada, nacida de otra muy significativa, la de Félix Cameno.

Y es que esta familia, además de tener los murubes vía Félix Cameno, también crió Santa Coloma vía Martínez Elizondo en el hierro de ‘Terrubias’, y una mezcla de Atanasio con Murube que anunció a su nombre en el hierro que compró a Félix Cameno. Sin olvidarnos de los Vega Villar, los conocidos popularmente como los patas blancas. Esta ganadería, desaparecida ya, curiosamente lidió sus últimos toros en las calles de los pueblos de la provincia de Castellón el año pasado, después de sufrir las injusticias de las nuevas modas en la tauromaquia en la que apenas se abre el abanico de encastes en las corridas de toros. H

PROPIETARIO: Castillejo de Huebra SL.

DIVISA: Azul y roja.

PROPIETARIO: Mª Pilar Majeroni Sánchez-Cobaleda.

DIVISA: Roja y verde.