El ministro de Fomento, José Luis Ábalos; el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; y la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, rehúyen el debate político y alaban el factor de «convivencia» de la Romeria. Ábalos, que vivía su primera peregrinación, dijo que «nunca había estado y me hacía ilusión». «Son una fiestas mediterráneas que representan también mucho trabajo previo en pos de un objetivo común, la convivencia», dijo. «Nos identificamos con estos valores», concretó. Mientras, Puig, manifestó que «la Romeria es uno de los grandes actos, un momento de reencontrarse con la gente trabajadora, con coraje e ilusión». «Vamos a disfrutar de una gran Magdalena», deseó el presidente. Por su parte, Marco subrayó que «la Magdalena son unas fiestas abiertas al mundo, se viven en la calle y hay mucha gente, que las hacen posible con su trabajo los 365 días del año».