Tengo que estar muy feliz, pues será un año que nunca olvidaré y lo disfrutaré al máximo», declara Marta Muñoz, madrina infantil de la gaiata 1, Brancal de la Ciutat, a la hora de valorar su cargo de honor en uno de los sectores más emblemáticos de la ciudad, el primero en el ordinal de la estructura actual de las fiestas de la Magdalena.

Tiene 10 años, estudia quinto de Educación Primaria en el colegio Gaetà Huguet y solo tiene parabienes hacia los miembros de la comisión que la arropan y le muestran su cariño permanente en unos días de magia y simbolismo gaiatero. «Estar en una gaiata es muy divertido», asegura la princesa de los niños de Brancal de la Ciutat. De la semana grande, cita como sus actos favoritos el «Coso Multicolor, Desfile de Gaiates, Ofrenda, Romeria… bueno, todos», resalta un niña que tiene el privilegio de recibir la banda acreditativa de luz y evocación del júbilo magdalenero.

Una representante infantil que está empezando a vivir la más maravillosa aventura jamás contada en forma y en modo del tercer domingo de Cuaresma. Cuando este sábado ocupe su trono de historia y de leyenda, asumirá las tradiciones de un Castellón eterno muy fiel a su compromiso con las fiestas fundacionales.

NOBLES ILUSIONES // De mayor, quiere ser enfermera o maestra. Nobles ilusiones de una gaiatera infantil que ahora asume plenamente su protagonismo en el reino de las luces fulgurantes.

Mientras llega ese futuro esperanzador, aparte de sus compromisos en el madrinazgo y de sus actividades escolares, acude a aprender bailes regionales en la Nova Escola y también a clases de inglés. Un devenir cotidiano que le llena de vivencias en su caminar infantil y jubiloso.

Y, como madrina de los niños de la gaiata 1, lanza un mensaje a la grey infantil castellonense para que se apunten a las comisiones de sector «que son muy divertidas». En vísperas de su investidura como máxima representante de la infancia gaiatera en Brancal de la Ciutat, entre la emoción y la inquietud para que todo salga bien, anuncia que lucirá una falda de castellonera de color en unas galas de indumentaria tradicional de las que cita como su prenda favorita «las enaguas», un recuerdo de su abuela («me las hizo ella»), y, por supuesto, las faldas «de diferentes colores». Palabras de Marta, de madrina infantil que, como tal, presidirá el bautizo de los monumentos de luz para los pequeños en los días previos al comienzo de la semana grande magdalenera.

Dicen que todas las Martas son especiales. A fuerza de ser sincero, esta niña cautiva entre la dulzura y el candor de quien, vestida de castellonera, representará a la gaiata Brancal de la Ciutat.