En su estado vital del ser y estar refleja la tremenda alegría por ocupar el trono infantil de luz de Forn del Pla. Tiene nueve años y está muy contenta de recibir la banda que la acreditará princesa de la fiesta en la glorieta de San Roque y calles adyacentes para la próxima Magdalena 2019.

Paula Marín Hernando estudia cuarto curso de Educación Primaria en el colegio Liceo, donde comparte con sus compañeros las vivencias del día a día en su madrinazgo que alcanzará su punto álgido, entre otros momentos, cuando presida el bautizo del monumento de los niños en los días previos a la semana grande magdalenera. Instante fugaz en el que la botella de cava acaricia la gaiata y se abre el camino para su desfile en la Entrà de les Gaiates de la noche del tercer domingo de Cuaresma, el día de la Romeria. Todo el mundo le anima para que disfrute de la excelencia del mundo magdalenero en clave más menuda.

Desea que la presentación del sábado verse sobre la temática Disney, como espectáculo conductor de la gala protocolaria, y quiere pasarlo muy bien. Afanes y quimeras de niña gaiatera.

Comenta que los actos que prefiere en la semana grande magdalenera es «la Romeria» a la ermita de Santa María Magdalena del Castell Vell y el «Coso Multicolor», el acto que más gusta a los niños de las gaiatas.

Se siente muy contenta y feliz porque hay «muchísimos» niños en la comisión de la gaiata 11, que serán sus cómplices, compañeros de juego y testimonio de júbilo en el seno de la asociación de las luminarias del Raval.

Asegura en la entrevista que de mayor quiere ser juez o profesora y que la materia que más le gusta en el colegio es «Lengua».

Paula tiene toda la semana ocupada. A sus responsabilidades escolares y obligaciones gaiateras, también acude a inglés, hace gimnasia y pinitos en el teatro. Jornadas intensas en el devenir cotidiano de Paula Marín.

«¡ANIMAROS!» // Como representante de la grey infantil del Forn del Pla, lanza un grito a los niños de Castellón para que se integren en el mundo de la gaiata: «¡Apuntaros! Es muy divertida y genial». Con todo el atuendo preparado para su gran noche magdalenera, anuncia que llevará una falda de color amarillo, sorprendente y visual para admiración de todos los castellonenses presentes en el Palau de la Festa, con un traje de castellonera del que cita el «aderezo» que llevará porque es el que ha lucido su madre en los festejos magdaleneros.

Palabras de madrina infantil en las horas previas a esa ceremonia de tradiciones y de luz que inicia el camino hacia el tercer domingo de Cuaresma del eterno peregrinar de Forn del Pla, castizo y llaurador castelloner.