Tres pasos definitivos para tres infraestructuras educativas imprescindibles. Ese es el camino que hemos recorrido esta semana para sacar adelante la construcción del colegio Santa Quitèria, la demolición y edificación del nuevo Embajador Beltrán y la ampliación y nueva construcción del IES Álvaro Falomir. En una misma semana hemos adjudicado la redacción de los proyectos de los dos colegios y hemos elevado a la plataforma Edificant la memoria que cuantifica en 10,6 millones de euros la obra realizada en el instituto.

Las cifras impresionan: 20,8 millones para dos colegios y el IES. Unos han estado condenados a barracones y otros siguen su actividad con casi las mismas prestaciones que lo hacían a mitad del siglo pasado. Si a ello sumamos el Regina Violant, desde 2006 en aulas prefabricadas, es evidente que el mapa de infraestructuras educativas que encontramos a nuestra llegada al equipo de gobierno es bien distinto al que tendremos cuando acabe la legislatura.

El plan Edificant, el esfuerzo de los técnicos, la dedicación de las AMPA y los equipos directivos y, por supuesto, la reserva de fondos --municipales y de la Generalitat valenciana-- lograrán que Almassora pase de estar a la cola en edificios educativos a contar con las mejores prestaciones. Sé que es difícil imaginar una transformación así, pero lo cierto es que esta semana hemos adjudicado por 345.658,64 euros la redacción del proyecto de Embajador Beltrán y por 255.709,43 euros la del colegio Santa Quitèria. Los gabinetes de arquitectura que ganaron los concursos de ideas tienen tres meses para presentar los proyectos y que podamos sacar a licitación las obras.

ME ALEGRO enormemente por la comunidad educativa de Embajador Beltrán, que estudia en un edificio idéntico al que estudié yo. Y también por la del Santa Quitèria, que durante la etapa del Partido Popular estuvo al borde de la desaparición. No es ningún farol: en 2014, siendo concejala de Educación la ahora portavoz del PP, María Tormo, arrebataron al centro una unidad, condenándolo a juntar a niños y niñas de edades diferentes en la misma clase. Así es más fácil entender que, cuatro años después, el PP no votara a favor de la delegación de competencias que ahora nos permitirá construir este colegio y Embajador Beltrán.

*Alcaldesa de Almassora