Empezamos año y década. Y lo hacemos con un año bisiesto. Por si no lo saben, si el número es divisible por cuatro pero no por cien y sí por cuatro cientos, el año es bisiesto. Vamos, que 2020 es año bisiesto y añadiéndole ese 29 de febrero compensamos que la Tierra tarda 365 días, 6 horas, 9 minutos y 9,5 segundos en girar alrededor del Sol y no los 365 días exactos con los que nos cuadraría todo y los romanos no deberían haber creado el bisiesto. Y como cada inicio de año (más todavía si es inicio de década) nos mentalizamos en comer bien para bajar los excesos de estas fechas, nos hacemos el ánimo con que ahora va la de verdad de ir al gimnasio, nos ilusionamos con nuevos proyectos y nos prometemos cosas que seguro, esta vez sí, cumpliremos.

Y hablando de promesas, es difícil no pensar en política y su mala fama a la hora de no cumplir aquello que se promete. Pero creo que el inicio de 2020 contradice esa máxima. En el ámbito estatal parece ser (crucemos los dedos) que 2020 será un año menos convulso que 2019. Difícil no es pero nunca se sabe. El 2020 nos trae lo que parece ser (permitan que mida mis palabras y no dé nada por hecho) un acuerdo de investidura que acabará con demasiado tiempo de gobiernos en funciones. Lo de la estabilidad política se desea pero creo que aún no estamos acostumbrados a que una pluralidad como la actual converja en estabilidad. Ni estamos acostumbrados ni es fácil, como se demuestra si miramos a países de nuestro alrededor donde los gobiernos en funciones también se han alargado más de lo deseable.

En la provincia de Castellón, horas antes de acabar el 2019 sucedió un hecho histórico y de justicia. La liberación de la AP-7 y su gratuidad ya son un hecho. Sí, cuesta creérselo después de tantos años (de los de 365 días exactos y de los de 365 días y pico, muchos de los dos, demasiados) de promesas y milongas, pero por fin podremos circular por la vía más importante de nuestro territorio sin pagar por ello gracias a las políticas de un gobierno socialista.

Y eso es un hecho, por mucho que unos se otorguen el anunciarlo y no hacer nada y otros quieran más (nosotros también). Porque desde cada municipio de nuestra provincia hemos sido reivindicativos con Madrid con este tema. Mandara quien mandara. Pero los hechos son los que son y el único que en Madrid ha sido sensible con la liberación de la autopista y ha actuado en consecuencia ha sido el PSOE. Estamos satisfechos pero no vamos a quedarnos ahí. Esta gratuidad no puede devenir en una disminución en el mantenimiento de la carretera ni debemos dejar de reivindicar las inversiones y conexiones necesarias.

Una cuestión menor de la que se habla poco es la reducción de la recaudación que supondrá la liberación de la AP-7 a los municipios por los que pasa, pero no se alarmen porque el Gobierno lo ha compensado con un aumento de en torno al 6% de las transferencias que hace a nuestros municipios. Por fin alguien se acuerda de las administraciones más pequeñas y de su financiación. Porque la financiación autonómica debe ser una de las políticas centrales del nuevo gobierno que (parece ser) tendremos los próximos días, pero el melón de la financiación local y del traspaso de competencias impropias por parte de las autonomías también habrá que abrirlo en algún momento. Y cuanto antes mejor.

*Portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló