Hoy despedimos unas fiestas patronales en Peñíscola para el recuerdo, festejos que como cada septiembre nos llenan de emoción y encuentran su broche de oro en los majestuosos desfiles de Moros y Cristianos.

Hoy se vivirá en Peñíscola el segundo de los desfiles, que volverá a llenar de color, de brillo, de sonido y de pólvora nuestras calles. Un fin de fiesta a la altura para un año mágico. Anclados firmemente en aquello que nos han transmitido nuestros antepasados y emocionados con la devoción a nuestra Patrona, la Virgen de Ermitana, sentimos que volvemos a ser el pueblo de hace siglos, que ha forjado su carácter paso a paso, hasta ser lo que somos hoy.

Muy especialmente vamos a recordar la presente edición de los festejos gracias a Alejandra, la regina que este año ha brillado con luz propia, acompañada de una corte de honor ejemplar. Con ellas, ha protagonizado estas fiestas el recuerdo de las 50 cortes de honor que las han precedido y es que este 2017, Peñíscola ha celebrado un aniversario lleno de honores. Desde 1968, cuando Rafaela Biosca se coronó reina en Peñíscola por primera vez, jamás un año se quedó el municipio sin corte para sus fiestas. Por ello, desde el Ayuntamiento hemos querido honrar su recuerdo y celebrar su compromiso y su contribución a la fiesta. La gala homenaje a las 50 reinas de las fiestas patronales de Peñíscola puso, nuevamente, de manifiesto que Peñíscola es excepcional y única.

He vivido muchos momentos compartidos con las 16 reinas que he tenido la responsabilidad de acompañar como alcalde y, sin duda, poder acompañarlas a ellas y a todas las anteriores desde 1968, ha sido uno de los mayores honores que he podido vivir en los festejos.

Todas las que pudieron acompañarnos y también las que no, todas, las 50 reinas de las fiestas, pueden llevar orgullosas la bandera de su pueblo y sus festejos, porque ellas son un orgullo para Peñíscola.

*Alcalde de Peñíscola