El término hedonismo proviene del griego hedone (placer) y el sufijo ismo (doctrina). Por lo tanto, el hedonismo sería la cualidad por la cual se busca el placer como bien último y supremo de la vida. Se vive pues intentando evitar el dolor y la infelicidad, disfrutando de los placeres terrenales. La adaptación hedonista en concreto hace referencia a nuestra capacidad para acostumbrarnos a las situaciones positivas.

Un ejemplo lo encontramos cuando adquirimos bienes materiales. Durante los primeros días somos felices por la adquisición, pero poco a poco nos acostumbramos y la compra deja de ser tan gratificante. Esta adaptación (rueda hedónica) compara el comportamiento humano con el de un conejillo de indias que corre en el interior de una rueda que permanece es el mismo sitio, sin importar lo rápido que vaya, al igual que la gratificación de nuestros impulsos nos mantiene siempre en la misma posición. Estudios afirman que el ser humano es incapaz de lograr un bienestar duradero con estímulos externos debido a nuestra naturaleza insaciable pues nada mas obtener lo que queremos, perdemos interés en el objeto de deseo. En vez de sentirnos satisfechos nos ocupamos en formar nuevos deseos. Un ejemplo lo encontramos en los ganadores de lotería. Tras un período de euforia incontenida, quienes lo han ganado vuelven a niveles de felicidad similares a los que tenían con anterioridad. H

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)