Atila fue el último dirigente de la tribu de los Hunos, una de las figuras más famosas entre los pueblos invasores del siglo V, y a quien se le atribuye la famosa frase «por donde pisa mi caballo nunca más crece la hierba». Guardando las distancias --Castellón no es un reino y el medio de transporte utilizado es el coche oficial, no el caballo-- podríamos decir que la alcaldesa socialista se está convirtiendo en una suerte de monarca de los Hunos porque ciertamente arrasa con todo aquello que toca y que proviene del gobierno anterior.

Y me estoy refiriendo a aquellas exitosas medidas puestas en marcha por el Partido Popular como los presupuestos participativos. Políticas que supusieron un salto cualitativo y un gran avance en materia de participación ciudadana y que hoy, en manos de socialistas y nacionalistas, cosechan un fracaso tras otro como el sistema de votación ciudadana en los presupuestos participativos que ha implantado el bipartito y que ha conseguido que solo el 1,6% de la población acabe decidiendo por todos. Una cifra irrisoria que se une al ninguneo con el que este Gobierno trata a las asociaciones de vecinos como canalizadores de la participación vecinal.

Y por si esto fuera poco, muchas de las actuaciones que se van a realizar con cargo a los presupuestos participativos son obras que el consistorio estaba obligado a realizar ya por acuerdo plenario, como la señalización de caminos escolares seguros.

Un nuevo ejercicio de maquillaje político al que ya nos tiene acostumbrados la señora Marco. Como Atila y su caballo, por donde pasa Marco y sus socios de Compromís no crece la hierba. Y si no que le pregunten a la policía, a la banda municipal, a los colectivos festeros, a las asociaciones de vecinos, a los médicos o al personal del Hospital Provincial...

En fin, entre los unos... y los otros, ¡este Gobierno no tiene solución!

*Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón