En esta misma tribuna, en el mes de julio, el secretario general de UGT en la provincia de Castellón, Paco Sacacia, llamaba la atención sobre el problema de despoblación que sufre el interior de nuestra provincia y la necesidad de mantener el empleo existente y generar nuevo para poder revertir la tendencia de vaciamiento de nuestras comarcas interiores.

A continuación en agosto leíamos en este diario que la provincia de Castellón había perdido más de la mitad de cajeros en la última década, y que seis de cada diez localidades de la provincia no disponía de una oficina bancaria, pues por cuestiones de rentabilidad, los bancos habían optado por marcharse de los pueblos pequeños mediante procesos de reagrupación bancaria y de cierre de oficinas.

Y es que debemos tener en cuenta que en esta última década, la que va desde 2009 hasta hoy, el mapa bancario nacional se ha reducido de 45 a una docena de entidades, llevándose por delante casi 20.000 oficinas y más de 100.000 puestos de trabajo en total, una sangría de empleos fruto de la crisis y de la digitalización, que desde UGT hemos denunciado y que se produce no sólo en este sector, sino en cada vez más sectores (telecomunicaciones, seguros y oficinas, etc.).

En una provincia como la nuestra, donde cada vez más la actividad económica se concentra en la línea de costa, el que 87 localidades no dispongan de oficina bancaria (dos tercios de los municipios) para UGT es una rémora para cualquier posibilidad seria de detener la despoblación que sufre el interior, que se produce por una combinación de factores que hace que los jóvenes del entorno rural no vean posibilidad de realizar su proyecto de vida en unas condiciones adecuadas y deban desplazarse a localidades mayores que sí les ofrecen mejores recursos para ello.

Iniciativas como las de la Generalitat valenciana con la instalación de cajeros en muchas de las poblaciones de interior que no disponen de ellos, así como el desarrollo de la Dirección General de l’Agenda Valenciana Antidespoblament, con sede en Castelló, como órgano de impulso de políticas transversales ante el reto demográfico y la lucha contra la pérdida de población, por fuerza la valoración tiene que ser positiva para UGT.

Y es que solo si somos conscientes de que el vaciado del interior produce una pérdida irreparable de nuestro patrimonio cultural, económico y social exigiremos la actuación de la administración y las empresas para que apuesten por inversiones tanto en infraestructuras como en telecomunicaciones (la sociedad digital) o las diferentes actividades económicas que puedan llevarse a cabo, no obligándose a localizar toda la actividad en la franja costera.

PORQUE los poderes públicos tienen que apostar por facilitar que se pueda vivir y trabajar donde cada persona quiera desarrollar su proyecto de vida, y que el interior tenga unas oportunidades que ahora, desgraciadamente, no se pueden producir, vaciando inexorablemente nuestros pueblos con las consecuencias que ello conlleva y que desde UGT venimos señalando. Y el disponer de un cajero automático, aunque pueda parecer poca cosa, es un primer paso de esa apuesta.

*Secretario Intercomarcal de FeSMC UGT Comarques del Nord