Pero qué narices están pensando algunos políticos? Los focos de la actualidad política apuntan al Parlamento, ¿se aprobaría o no la prórroga del estado de alarma hasta el 24 de mayo? Hasta ahora respaldada por la mayoría de la cámara. ¿Qué ha pasado para que el Gobierno tuviera dificultades en sacar adelante esta iniciativa?

Probablemente la respuesta es la falta de diálogo, de previsión y de honestidad, un hecho que ha llevado a gran parte de sus socios de este frágil Gobierno a plantearse el apoyo al mismo.

La fórmula beligerante de retirar ayudas económicas y sociales, presagiando el caos sanitario y reconociendo la ausencia de un plan B, ha sido la última improvisación de un desencajado Pedro Sánchez.

Ahora se hace más patente si cabe la fragilidad de este Gobierno, formado por una amalgama de ideologías, que esgrimiendo unos u otros argumentos de dudosa razonabilidad, demandan recuperar competencias, financiación, plazos, anteponiendo sus intereses partidistas, nacionalistas, independentistas, o extremistas a las directrices sanitarias que son las que deben de imponer el ritmo y el calado de las acciones, ya que estamos bajo una crisis sanitaria, y no política, aunque probablemente como reacción acabe en una crisis de gobierno.

Desde Ciudadanos apoyamos la prórroga del estado de alarma por responsabilidad, porque así lo demandan las autoridades sanitarias, pero a su vez reivindicamos un plan de salida, desvinculando las ayudas y las medidas de protección social y económica como los ERTE de la vigencia del estado de alarma y extendiéndolas más allá de su duración, prever una respuesta sanitaria, social y económica en caso de rebrote y, por último, abrir y mantener un canal de comunicación semanal entre el Gobierno y Ciudadanos para consensuar un plan de desconfinamiento sensato.

Aunque tarde, ojalá el diálogo, la sensatez y la previsión comiencen a ser realidades de este Gobierno, porque estamos viviendo un auténtico drama sanitario, social y económico del cual, si no trabajamos todos en la misma dirección, las consecuencias serán imprevisibles.

*Portavoz Cs Ayuntamiento Castellón