El Consell, tras la última sesión de control en Les Corts, ha puesto el cerrado por vacaciones a semejanza de años anteriores. Y es que nada más llegar al gobierno de la Comunitat, el Consell de Puig y Oltra decidió que agosto era un buen mes para descansar. Descanso, lentitud y falta de gestión esas son las notas que caracterizan al Consell.

Precisamente antes de poner el cerrado por vacaciones, la vicepresidenta Oltra decidió que ni a finales de junio, ni la sesión de julio debía comparecer en Les Corts. Sus viajes eran excusa suficiente para pasarse desde junio a septiembre sin pisar el pleno de Les Corts. Menos mal que el Conseller Alcaraz vendió a la prensa nada más pisar un código ético para el Consell y el Gobierno valenciano donde lo primero sería acudir a dar cuenta ante el parlamento, pero ya se sabe que de un conseller como Alcaraz todo es posible que para eso maneja 36 millones de presupuesto y nadie sabe para qué, y encima lo que publicita no lo cumple.

Pero, ¿está el Consell en disposición de poner el cerrado por vacaciones? Sinceramente no. Casi 4.000 camas hospitalarias menos, cierre de consultas medicas, desde que sonaron las campanadas ni los centros de mayores, comedores escolares o servicios sociales llevaban sin cobrar, el curso escolar empezará sin saber bien claro si la matriculación se ajusta a ley o no, ni cuantas horas de ingles habrá, las inversiones del Consell en la provincia de Castellón son tan invisibles como su compromiso. A todo esto, el Consell nos dice vuelvan ustedes en septiembre, que han decidido no dar cuentas.

Esa actitud de huida de los problemas es el verdadero carácter demagogo que desde el primer día ha impuesto Puig y Oltra. Ante un problema hay que crear otro y no solucionar ninguno, y si eso no cuela hablamos de falta de financiación aunque tengan 3.000 millones más que en 2015 o de lo malos que son los del PP. Y es que a Puig y Oltra no se les puede esperar en la gestión, solo se les encuentra en la excusa permanente. Hay que recordar que un gobierno que se excusa permanentemente es un gobierno que ni gestiona ni tiene clara su responsabilidad.

Ciertamente resulta difícil de entender que el Consell de Puig y Oltra no vuelvan hasta septiembre a Les Corts pero sin embargo dejen abierta Les Corts para agilizar la nueva televisión. Vamos parece que la solución mágica a los problemas de los valencianos se llama la nueva televisión. Ponga una nueva tele en su vida y ya no tendrá problemas, eso parase que nos dice el Consell. Todo eso cuando a 31 de diciembre del 2016 el Consell cerró sus cuentas dejando por pagar 1.700 millones de euros a proveedores, autónomos, ayudas osciles, becas... a todos esos decirles que cuando tengan una nueva televisión se les acabaran sus problemas me parece un insulto a la inteligencia. Sí, sin tener la nueva televisión Puig y Oltra se dejo por pagar 1.700 millones de euros y por otro lado no ejecutaron 1.200 millones en inversiones, ayudas o derechos de los valencianos es más que claro que igual el Consell se debe ir de vacaciones pero quizá sea mejor que no vuelvan. Los valencianos no merecen un gobierno que no hace nada por ellos y que solo impone ideología partidista.

*Diputado autonómico del PP