En poco más de una semana, los españoles y españolas estamos llamados a elegir un nuevo Parlamento y un nuevo Gobierno. Es cierto, y natural, que hay entre la ciudadanía una sensación de hartazgo tras el fracaso colectivo que supusieron las negociaciones para formar gobierno. Pero no podemos resignarnos. La política importa y nuestro voto, el de todos y cada uno de nosotros, es clave para poner fin a un Gobierno del PP que no ha dejado más que paro, deuda, corrupción, quiebra territorial, crispación y más conflictos sociales.

Los datos hablan por sí solos. Después de cuatro años de gobierno del PP en España, lo que tenemos es un 20% de paro y un 55% en el caso de los jóvenes; una nueva clase social formada por trabajadores pobres (14%), que no pueden vivir con su salario y siete millones de españoles con contratos basura. Lo que tenemos después de cuatro años de Rajoy son 2,7 millones de españoles parados sin cobrar ninguna prestación y cerca de un 30% de exclusión social, según los informes de la OCDE. Los recortes de Rajoy solo han traído desigualdad y más pobreza, mientras el número de millonarios ha crecido con el PP en un 40%. Porque, como siempre, la derecha ha gestionado la crisis protegiendo a los que más tienen y dejando en la cuneta a cerca del 30% de la población.

Hace un año, los ciudadanos, conscientes de este fracaso, apostaron por un cambio en la mayoría de ayuntamientos y comunidades autónomas. Un cambio que ya ha supuesto un balón de oxígeno y esperanza para muchas personas. Pero seguimos sufriendo el yugo del Gobierno de España y de la derecha, que quiere crear un país de pobres dispuestos a trabajar más por menos, mientras los ricos lo son cada vez más.

El Consell y el presidente, Ximo Puig, son el ejemplo del cambio que vivimos desde hace un año en el País Valenciano, recuperando los servicios públicos, la sanidad y la educación para todos, los servicios sociales, la vivienda, luchando contra la corrupción y trabajando por un nuevo proyecto colectivo de país. Pero ahora necesitamos completar ese cambio para enderezar el rumbo de este país, pensando en las personas. Y sobre todo necesitamos un presidente y un gobierno que lidere desde el diálogo, la moderación y la implicación de todos en las reformas constitucionales que necesita este país. Los extremos de derechas y de izquierdas no pueden liderar el cambio social que necesita este país. Por eso es tan importante el sí al PSOE, porque es un sí al futuro. Es necesario un presidente capaz de dialogar con todos, acercando posturas de los extremos. Ese es Pedro Sánchez. Ese es el sí al PSOE. H

*Alcalde de Vila-real