Querido lector:

Eso de que te obliguen a declarar que no tienes antecedentes penales sobre delitos sexuales, especialmente relacionados con la pederastia, para poder ejercer con normalidad una profesión como la de maestro... pues ya me dirán. Tajantemente se trata de una medida que criminaliza a priori a todo un colectivo, a toda una profesión, y que en verdad no creo que solucione la alarma social creada a raíz de los casos de individualidades delicitivas ocurridas en centros educativos, clubes deportivos, etc. Una casuística, por cierto, ni más ni menos numerosa que la detectada en otro tipo de ámbitos no educativos como la familiar o de cualquier círculo de sociabilidad.

La polémica ha surgido y ha prendido a raíz de la disposición de la Conselleria de Educación por la cual se envió una circular a los centros educativos para que el profesorado autorice a la administración el acesso a los datos personales en el Registro Central de Delincuentes Sexuales del Ministerio de Justicia y para que el profesorado interino que se incorpore desde el 1 de marzo presente un certificado en el mismo sentido, es decir, que declare que no es delincuente sexual, tal y como han denunciado los sindicatos de la enseñanza.

Aparte de la incongruencia que supone el hecho de que el Ministerio aún no ha creado el susodicho registro, las fuerzas sindicales denuncian que atenta gravemente contra la presunción de inocencia.

Habrá quien diga que si nada tienen que ocultar, nada tienen que temer y nada cuesta realizar dicha declaración. Y en verdad así es. Pero la crítica a esta medida no es tanto por la declaración, que también, sino por la obligatoriedad de la misma que viola la libertad más elemental a la intimidad personal, y sobre todo por la criminalización que supone el menoscabo del derecho al honor para más de 8.000 profesores valencianos a los que pone en el punto de mira de la sospecha social como proclives a un tipo determinado de delitos. Unos delitos además de especial rechazo y asco social y personal por su gravedad, su repercusión y sus consecuencias.