Nos encontramos en una situación delicada y compleja, un momento crucial y clave para la democracia y, por ende, para las personas.

Venimos de unos meses convulsos en los que la situación política ha derivado en extremismos y posiciones hasta ahora olvidadas y enterradas, pero que han resurgido con fuerza gracias a la banalización de sus discursos.

España es un país rico por sus tierras, sus gentes, su diversidad y sus costumbres, un país de luchadores y solidarios, de gloriosos escritores y magníficos científicos. Un país, en definitiva, de sus gentes.

Afrontamos el futuro con muchas dudas, todas ellas generadas por el cambio climático y por la complejidad del sistema económico. Emprendemos el futuro con las personas, con el feminismo y la tolerancia por bandera, porque las personas son nuestra prioridad.

Huimos de ese bloque que promueve el odio y las fronteras sociales, que no económicas. Tememos el respaldo de la violencia para defender ideales, porque como bien se dice «el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla». No permitamos que nos hagan retroceder en derechos y que tengamos que volver a épocas pasadas.

Se necesita un Gobierno fuerte, un Gobierno de izquierdas. Por ello es importante que el próximo 10-N, todos entendamos que nuestra aportación es clave para hacer de nuestro futuro, un futuro próspero y digno.

La historia democrática avala la gestión que el PSOE ha hecho durante sus mandatos, todos los derechos civiles por los que ha luchado y que ha conseguido sacar adelante. La mayoría de derechos y que nos hacen ser iguales los tenemos gracias a gobiernos socialistas.

*Alcaldesa de Orpesa