Cuando cada tarde sales a tu balcón a aplaudir observas justo enfrente tu tienda de confianza cerrada y te acuerdas de su propietaria, la que te recibe cálidamente, la que te saluda por tu nombre, la que siempre tiene lo que buscas o encuentra una alternativa porque nadie como ella conoce tus gustos. Siempre con un trato humano y cercano.

Justo al lado ves tu frutería, que sí permanece abierta, y cuando su propietario sale a la puerta aplaudes más fuerte por él, porque reconoces y valoras su esfuerzo y el de otros muchos en toda la ciudad que mantienen abierto el negocio, exponiéndose desde primera línea de batalla al maldito virus.

Mientras aplaudes pones en valor cómo ha sabido adaptarse a las circunstancias, con un servicio de pedidos y reparto a domicilio, para que nadie se quede sin disfrutar de la calidad de los productos de proximidad, evitando desplazamientos, en definitiva, en cómo ha pensado en cuidarte. Pasa también estos días que tienes que ir en busca de cualquier servicio esencial y recorres las calles con una sensación de tristeza y melancolía provocada por la ausencia de actividad, de vida. Vida que emana del comercio local y que ahora, al no tenerlo, añoramos más que nunca. Quizá sea cierto eso de que uno no valora algo hasta que deja de tenerlo.

Estas líneas solo pretenden que te pares a pensar lo importante que es el comercio local en nuestro día a día y que más allá de un me gusta en redes, que también tiene su valor, reflexiones en la manera en la que vas a contribuir con el comercio local de la ciudad el día después. Desde el Ayuntamiento de Castelló nos volcaremos más que nunca con él, seremos un aliado con el que contar para poder salir juntos de esta terrible situación. Estoy convencido que podemos contar contigo.

*Concejal de Innovación Comercial en el Ayuntamiento de Castelló