Estar todos los días del mes de agosto aquí en página muy destacada del periódico, muy bien acompañado por Lorenzo, provoca el que me salude mucha gente que se acerca un momento a Benicàssim, aunque sea haciendo una escapadita desde Madrid. Esta vez, el saludo de Víctor Agramunt y su gentil esposa, Lolín, me sabe a gloria. Cada año, en aquellos días de la Navidad, me llegan noticias suyas, acompañados de las publicaciones que va realizando.

Yo era joven y soltero cuando empecé mi colaboración con la emisora de Radio Castellón, de la SER, aunque mi profesión real ya era la de librero en Armengot. Pero aquellos años fueron mágicos. Don Emilio, Loren, los Batiste y de un modo espectacular Carmen Alcón y Maruja Oliveras, Chencho, Arenillas, Pepe Catalá. Y un muchacho que tanto prometía, Víctor Agramunt Oliver.

Cuando alguno de los técnicos tenía otras urgencias y yo necesitaba el maletón aquel que contenía un gran magnetófono, que había que enchufar donde lo usáramos, Víctor recibió el encargo de acompañarme, con todo el instrumental.

Recuerdo que un día vino a Castellón el muy popular humorista Miguel Gila. Era cabeza de cartel de un espectáculo de variedades que tuvo lugar en la plaza de toros. En el camerino del artista, una vez enchufado el aparato grabador le dije a Gila que no iba a entrevistarlo como humorista, sino como autor de un libro de poemas. Y él, que nos había recibido como a dos aprendices de pueblo, se sintió entonces escritor poeta, se puso trascendente y nos trató muy bien.

Más tarde, en 1962, cuando empezó a funcionar el Hostal de la Llum magdalenero, yo tenía responsabilidades empresariales y contraté como locutor a Víctor. Desde entonces, tuvimos siempre una relación amistosa y cercana. Y cuando se fue a Madrid para dedicarse -con mucho éxito- al mundo del doblaje de películas de cine, se convirtió en alguien muy especial para todos nosotros.

Ahora, en su madurez laboral, Víctor es un personaje en la Universidad de Mayores Experiencia Recíproca (UMER), una entidad estrictamente cultural independiente, organizada por profesores universitarios jubilados y personalidades del mundo de la cultura, con sede en Madrid, aunque de ámbito estatal.

--En realidad, Víctor, ¿qué pretende UMER?

--“Muy sencillo. Transmitir a los mayores con curiosidad intelectual, la experiencia acumulada en la vida docente, poniéndola al servicio de la sociedad. Y también, fomentar la intercomunicación y la tolerancia.”

En sus años de profesional del doblaje, en Madrid, donde también dirigió y adaptó programas para televisión, su actuación como actor doblador, lo convirtió en la voz de James Dean, Henry Fonda, Fred Astaire, Michael Caine, Robert de Niro, Al Pacino, Dustin Hoffman, Tyrone Power y otros famosos. La gente de Castellón, sus habituales oyentes, gozábamos con la voz de Víctor, al oír a esos personajes del cine.

Estos últimos años pronuncia conferencias y ofrece recitales de poesía de los grandes autores españoles.

Mañana ampliaré los detalles. H