Flaco favor nos hace a los castellonenses nuestro paisano Vicent Marzà al frente de la Conselleria de Educación. El proyecto Edificant es un buen ejemplo de ello porque no es más que un nuevo fracaso de su política educativa.

Edificant transfiere a los Ayuntamientos todas las funciones que competen a la Conselleria de Educación a la hora de construir centros educativos. Una muestra más de su incompetencia pues él mismo prometió la puesta en marcha de diferentes colegios, como el ansiado Vicent Marzà en el Raval Universitari, durante el primer semestre del 2017, pero un año después se ve obligado a traspasar el trabajo a los Ayuntamientos. De ahí el sobrenombre de Edifiqueu en lugar de Edificant… Un mandato imperativo que acaba convirtiendo en cómplices de su propia ineptitud a los ayuntamientos como el nuestro que, gobernado por una alcaldesa ausente, acepta sin rechistar una carga de trabajo y unas funciones que debería acometer la Generalitat Valenciana.

SI MARZÀ no sabe, ni quiere, o puede construir los centros educativos que necesitamos en Castellón, mejor que abandone el puesto de conseller. Y si Amparo Marco, como alcaldesa de Castellón, es incapaz de reclamar a Valencia el mismo trato que reciben las otras dos capitales de la Comunitat, mejor que se vuelva a Japón, porque con la educación no se juega.

Y hablo en nombre propio, porque mi hija tiene dos años y ya siento la inquietud que todas las madres y padres experimentan ante la escolarización de sus hijos a los 3 años.

QUIERO que la política educativa esté en manos de personas competentes que me transmitan seguridad y profesionalidad y el conseller del fracasado decreto del plurilingüismo y del Edifiqueu me transmite de todo menos eso…

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón