Cataluña irá a elecciones anticipadas, se supone que pronto, pero aún no sabe cuándo. En una llamada declaración institucional, el president de la Generalitat, Quim Torra, declaró que anunciará la fecha de las elecciones tras la aprobación de los Presupuestos del Govern en el Parlament. En un discurso muy duro, Torra cargó contra ERC, la acusó de deslealtad y evidenció con crudeza lo que resultaba evidente desde hace tiempo: que el actual Govern es un Ejecutivo desunido y sin confianza mutua.

El 18 de marzo está previsto que se apruebe de forma definitiva los Presupuestos. Como pronto, pues, las elecciones serían en mayo, aunque Torra no dijo que vaya a convocar de inmediato. Sea como sea, a partir de ahora esta legislatura, que ya puede darse por finalizada, solo se mantiene por aprobación de los Presupuestos. Convocar de inmediato las elecciones y dejar a Cataluña sin unos presupuestos más que necesarios hubiera sido una pésima noticia para los ciudadanos.

Que al menos se aprueben unos Presupuestos que en parte revierten los recortes es una buena noticia, aunque se produzcan situaciones indeseables como que el Govern que los aplicará no será el mismo que los ha diseñado. Ello no quita que los dos socios de Govern mantienen a Cataluña en una situación de parálisis política e inestabilidad que también trasmiten al resto de España. A nadie se le oculta que en campaña en Cataluña para Pedro Sánchez será más difícil negociar con ERC los Presupuestos Generales del Estado. Pero aun así cabe felicitarse de que la larga agonía de este Govern llegue a su fin y que esto no vuelva a repetirse.