Un cheque en blanco. Por lo visto eso es lo que entiende el señor Benlloch por oposición constructiva. De ninguna otra manera se explica su aireada reacción a la crítica de Ciudadanos por la subida del 10% de la contribución.

Nada de autocrítica, pero tampoco de admitir que puedan haber otros puntos de vista. Cierto es que el actual equipo de gobierno de Vola-real recibió en el 2011 un regalo envenenado, un Ayuntamiento endeudado y con el peligro de que fuera condenado a pagar sentencias por desaciertos urbanísticos. Los famosos «empastres» del Partido Popular que tanto juego le han dado.

Después de cinco años no valen excusas. Ha habido tiempo para reconducir la situación. Aumentar infraestructuras solo en el área deportiva disparando los costes de mantenimiento, y multiplicando las actividades en las que la ciudad pierde dinero, no es la mejor manera. Cuando una fábrica pierde dinero constantemente cierra una línea de producción, aunque solo sea temporalmente. Para sobrevivir hay que parar la sangría.

Escudarse en las sentencias no es una solución. Hay que actuar. Ninguna familia puede gastar más de lo que ingresa. Si hay deudas y riesgos, tenemos que administrar nuestro dinero cabalmente. Dejar los sueños y las ilusiones para más adelante.

Los pensionistas de Vila-real, los trabajadores con sueldos de 600 euros o los parados, no podrán aumentar sus ingresos, y verán como en el 2017 un mes de su pensión, de su salario o de su prestación se irán con la contribución. Un desastre. H

*Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Vila-real