En las elecciones del miedo, donde han faltado un millón de votantes, el peor ministro de Europa ha sido el ganador. Y lo ha hecho con 44.000 votos más de los que consiguió en 2017. Ese ha sido el efecto Illa . 44.000 votos para pasar de 17 a 35 diputados. Un supuesto éxito electoral que no les va a permitir gobernar la Generalitat. Y es que Sánchez ha entregado Cataluña al independentismo. 70 de los 135 diputados son independentistas. Mayoría absoluta y por primera vez más del 50% del Parlament. ¿Misión cumplida, Mr. Sánchez?

Estas elecciones diseñadas desde Moncloa han entregado Cataluña a ERC y JuntsxCat, pero en realidad la CUP vuelve a tener la llave.

Sabíamos que si la participación sufría una caída, Ciudadanos iba a salir perjudicado. Había que movilizar a mucha gente, convencerle de la importancia de estas elecciones, de que nos diera su apoyo e impedir que los tentáculos del independentismo siguieran creciendo. Pero no ha sido así.

Para Cs es un mal resultado. Sin paños calientes. Nacimos como partido para luchar contra el crecimiento independentista, con el objetivo de ser un partido útil, desde el concepto del centro liberal. Desde la España de Isabel II hasta la Restauración, a finales de los años 30, los partidos liberales han supuesto un gran empuje para nuestro país. Y Ciudadanos tiene que seguir trabajando para que el liberalismo, y no los extremismos de Podemos o Vox, sean los que empujen a España a salir de la crisis económica post pandemia.

El centro sigue siendo imprescindible en el tablero. Ahí es, sin duda, donde se crea el juego y ahí es donde vamos a seguir. Nuestros valores como partido han sido nuestros cimientos y los que nos llevaron a expandir nuestro proyecto a lo largo de todo el país. ¿Deberíamos salir corriendo y dejar a miles de espectadores con ganas de saber el final de la película? No vinimos aquí para eso; vinimos para luchar y pelear cuando vienen mal dadas, en las duras y en las maduras.

Hay que seguir definiendo claramente los objetivos de nuestra acción política para recuperar el terreno perdido y reafirmarnos como el partido liberal progresista que necesita la política española. El voto útil para sacar adelante la economía, para evitar los desmanes de los rodillos del PSOE, PP, Podemos o Compromís, que arrasan con todo lo que va en contra de su ideología. Y es importante redefinir nuestros objetivos y saber trasladarlos a los españoles.

Hoy, quien más pierde es, sin duda, el constitucionalismo. Pierde España y todos aquellos que nos sentimos orgullosos de nuestro país. Con nuestros defectos y virtudes, seguimos siendo una tierra en la que la democracia triunfa sobre la barbarie y el totalitarismo, aunque a actores secundarios como Iglesias le parezca que esa conquista sea un castigo.

Desde Cs trabajaremos sin descanso y seguiremos defendiendo la libertad y plantando cara al nacionalismo. España nos sigue necesitando. Porque en un país que cada día se tensa más a izquierda y derecha, el centro es un oasis de tolerancia. Y si la cuerda amenaza con romperse, quien la sostiene es Cs. Que a nadie le quepa duda. H

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación Provincial y teniente alcaldesa de Benicàssim