Hasta ahora casi siempre me ha tocado informar a estas alturas del mes de que, con mi esposa, estamos aquí en Benicàssim desde la noche de San Juan, con el dinamismo este año de la música de fiesta en las playas de la Torre de San Vicente, Almadraba y Heliópolis, además de que aquella noche se repartieron este año dulces y caprichitos entre los asistentes, especialmente frente a Jota’s, con Merche y Vicente animados por grupos de dolçainers y de bailes folclóricos, que acabaron la fiesta en el anfiteatro Pepe Falomir, junto al Torreón. Y como eso me deslumbró de un modo especial, este año no he podido hacer demasiado caso al gran suceso que supuso, del 24 al 26 de junio, la I Feria Nacional de Novela Romántica, que depositó al paseo marítimo a un gran número de autoras, sí, especialmente escritoras, que ayudaron a dar un toque cultural a esos primeros días del verano, con la presencia además de representantes de varias editoriales, algunas tan significadas como Planeta, Grupo Zeta, Grijalbo, que ayudaron a dar a conocer novedades de novelas románticas que se ponen en circulación comercial este verano, aunque los actos a los que me refiero, todas las actividades, se han efectuado con el acceso libre y gratuito para toda clase de públicos.

Mi amiga y corresponsal del periódico Mediterráneo, Eva Bellido, me facilita los nombres de las autoras que en aquel ambiente se movieron. Y son Noela Amarillo, Beatriz Cepeda, Megan Maxwell, Olivia Ardey, Genoveva Casanova, Ruh M. Lerga, Mercedes Perles, Silvia C. Carpallo, Ana Belén Ribero, Ditar de Luna, Anna Casanovas, Elena Montagud, Merche Diolsch, Marta Querol, Esther Sanz, Lucía de Vicente, Yolanda Quiralte y puede que alguna más. Patricia Artero fue la directora de la Feria y destacó que “no existe otro encuentro de estas características en toda España”.

Parece que entre unos y otros participantes y organizadores, circuló el convencimiento de que lo que se trataba era de dignificar el género de la novela romántica. Y es que no se trataba de la novela rosa de toda la vida, sino de algo más, ya que la novela romántica es sin duda uno de los géneros literarios que goza de mayor salud en el panorama editorial.

En aquellos encuentros feriales se hizo pública la noticia de que, de cada cien lectores, 16 mujeres y 3 hombres leen ese tipo de narrativa y la cifra es reveladora de una gran fidelidad al hábito lector de las gentes. Por su parte, Sara Llopis, asegura que el género romántico en literatura apareció ya con fuerza en España en los años veinte del siglo pasado, y que, a partir de entonces, la edición de novelas amorosas ya fue constante, ya que la mezcla de emotividad, sensibilidad y suspense con acción que se encuentran en estas historias, hace de la novela romántica un especial atractivo, tanto para hombres como para mujeres. La verdad es que esta de Benicàssim es una Feria sin precedentes en los que apoyarse. Sara habló también de “ambiente mágico” y en su organización participaron la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Benicàssim y la librería Argot de Castellón. H