Los vila-realenses hemos acabado pensando, los últimos cinco años, que disfrutábamos de los efectos maravillosos de la buena gestión del bipartito. Con habilidad e ingenio, y la debida inversión en comunicación, se ha conseguido que lo imposible pareciera una realidad.

Y es que después de oír constantemente los lamentos del equipo de gobierno sobre la mala gestión del PP en Vila-real y sus consecuencias, a más de uno le parecía un auténtico truco de magia que en una ciudad endeudada no pudiera dejar de aumentar las infraestructuras deportivas y, al mismo tiempo, ofrecer dichos servicios muy por debajo del coste de prestarlos. A esto habría que sumar la inversión en otros proyectos de futuro, el desarrollo de marcas de ciudad, la adquisición de inmuebles históricos y, por último, las instalaciones de una empresa privada. Todo ello sin renunciar a más ayuda social y más colaboración con las asociaciones.

Pero el sueño se acabó, la realidad superó a la ficción y la versión local del café para todos empieza a pasar factura. Una subida del 10% en la contribución y un ajuste económico que se antoja será el primero de una larga lista. Cierto es que el PP dejó a Vila-real en cueros y endeudado hasta las cejas, pero no haber adecuado nuestros gastos a la realidad acabará pasando factura y la pagaremos, como siempre, los ciudadanos. H

*Portavoz de C’s en Vila-real