La semana pasada, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, se convirtió en una suerte de héroe postmoderno al situar a sus vecinos muy encima de los intereses bastardos de algunos compañeros de partido. Hizo tanto ruido que hasta Ximo Puig tuvo que correr y recoger el guante. Así, el domingo pasado, por fin se convocaron de manera oficial varios minutos de silencio por las más de veinte mil víctimas del covid-19.

Somos muchos los que pensamos que Benlloch tiene toda la razón del mundo al hacer ondear a media asta las banderas del ayuntamiento. Y lo sucedido estos días lo demuestra.

Ahora se vuelve imperativo conocer la conversación de wasap que ha levantado semejante polvareda. Los ciudadanos necesitamos saber, nos lo merecemos, qué opinan sobre algo tan grave los alcaldes, alcaldesas y cargos orgánicos socialistas.

La vida de todos y cada uno de los vecinos de esta bendita tierra es importante. No somos números en una fría estadística. No somos parte de una impersonal cuenta Excel. Tenemos alma, sentimientos, dudas, recelos y miedos. Somos fuertes y débiles. Somos altos y bajos. Listos y tontos. Guapos y feos. Somos nuestras contradicciones. Y merecemos respeto.

Benlloch ha demostrado que respeta a sus vecinos. ¿Qué alcaldes o alcaldesas no lo hacen? ¿Algún cargo socialista con peso en la Diputación se ha manifestado contrario a decretar un luto oficial? ¡Queremos saber!

*Escritor