Querido lector:

El hecho de que ayuntamientos como el de Benicàssim hayan aprobado ya partidas presupuestarias aumentadas para la lucha contra los mosquitos, me da qué pensar en que todo lo debatido este año pasado ante las graves problemáticas sanitarias y turísticas provocadas por la proliferación masiva de estos insectos, se puede quedar en agua de borrajas. Lo que significará otra primavera y otro verano angustioso para miles de familias castellonenses y para miles de turistas.

Y en absoluto me refiero a la necesaria acción de Benicàssim como algo negativo. Todo lo contrario, es una medida que deberían copiar todos los municipios del litorial y prelitoral de la provincia: incrementar sus partidas presupuestarias y comenzar a trabajar ya.

Lo digo porque ha quedado claro que la lucha contra los mosquitos se debe hacer de forma coordinada en todo el territorio afectado. Y la forma de hacerlo debería ser mediante la dirección de una administración supramunicipal que gestione en tiempo y forma los recursos de todas las administraciones para que las acciones sean eficaces.

Y es aquí donde está el problema. Los ayuntamientos ya comienzan a prever estas medidas pero las administraciones supramunicipales, Generalitat y Diputación, no, porque siguen con las polémicas de la competencia. Y lo que temo es que como en años anteriores cada municipio vaya por su lado, los esfuerzos sean escasos, las tareas descoordinadas y al final todos los recursos empleados, mayores o menores a otros años, sean insuficientes para paliar las plagas que a buen seguro se producirán. Con el añadido de que la lucha contra los mosquitos debe comenzarse a realizar ya, ahora en invierno, y no cuando empiece a hacer calor y humedad.

De ahí que se deba instar a Generalitat y a Diputación a que establezcan conversaciones para determinar sus competencias, para que destinen recursos presupuestarios y para que establezcan un plan conjunto con los ayuntamientos. Y a que lo hagan ya, no cuando el problema no tenga remedio.