El Consell intenta ocultar su incapacidad de gestión y lanza toda clase de infundios contra la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU). La culpa de las malas gestiones llevadas a cabo por los ayuntamientos, promotores y todos los que usaron una buena ley, con malas artes, sin recordar que sólo por un año fue gestionada por el gobierno del PSPV, y 11 años con el gobierno del PP. En ese periodo no tuvieron tiempo de lanzar un reglamento de gestión que simplificara y clarificara los posibles defectos que su uso detectara.

Al Consell nunca le importaron las denuncias que algunos afectados interpusieron ante la Comisión Europea y las despreció. No se atajó el problema y se llegó a la conclusión que el mejor remedio era borrón y cuenta nueva. El nuevo paquete legislativo del Consell en materia urbanística es farragoso, no tiene una visión integral del desarrollo, es descompensado en su forma, larguísimo y malo técnicamente. Se nota sus múltiples redactores, no creo que nadie sea capaz de explicar sus ventajas frente a la legislación anterior, que, aún sin reglamento, funcionó 12 años. Gracias a la LRAU, la Comunitat ha alcanzado un desarrollo importante en la gestión urbanística que se incorporó a otras autonomías.

La Ley Urbanística Valenciana (LUV) no sirve para lanzar a la Comunitat hacia el siglo XXI. ¿Dónde queda aquello tan hermoso que nos lanzan: desarrollo sostenible, ocupación racional del suelo? No existe voluntad política de definir una gestión territorial integral, se actúa mediante parches: por la franja del litoral, después la zona intermedia, y el interior, reserva ecológica. A cuenta de los propietarios que ven cómo sus derechos de propiedad se minusvaloran y no se les reconocen compensaciones justas.

Exdiputado PSPV-PSOE

Ponente de la LRAU