Coincidiendo con la publicación de estas líneas Costas estará empezando algunos de los trabajos de adecuación de las playas después del paso del temporal Gloria. Y digo algunos porque parece ser que a la nueva titular del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, no les gustan los paseos y va a dejar la mayoría de los mismos sin reparar. El Gobierno central se desentiende del principal escaparate del turismo de nuestra provincia, esos paseos por los que centenares de miles de turistas disfrutan caminando todas las tardes de verano y atractivo fundamental el resto del año, cuando las temperaturas no permiten el baño.

Esta decisión no castiga solo a las poblaciones de nuestra provincia, sino que parece ser generalizada y de aplicación a todo el mediterráneo obligando a centenares de poblaciones a tener que asumir con fondos propios los arreglos que debería hacer el gobierno central. El Gobierno de Pedro Sánchez ya no solo se queda recursos que no le corresponden, como el IVA, sino que, a través de su dejadez, nos impone mayores gastos.

Nadie niega el cambio climático, pero su existencia no significa que debamos de abandonar la lucha contra la regresión. Los holandeses saben que el calentamiento global es un hecho y anticipan el aumento del nivel del mar causado por el cambio climático y el deshielo de los glaciares. Los diques y las dunas de protección han sido reforzadas en los últimos años, y estas tareas seguirán adelante en los años que se aproximan.

Mientras en Holanda de invierte cada vez más, en España la inversión en infraestructuras para proteger el litoral ha sufrido un reducción escalofriante. Mientas en 2009 se destinaron 268 millones en obras de este tipo la cifra en 2019 se quedó en 6,5 millones. Frente al aumento de las inversiones en la lucha contra la regresión que se ha producido en Holanda la desaparición de las mismas en España.

¿Y ahora qué? Pues el Gobierno central, apoyado por la vicepresidenta y lideresa de Compromís, Mónica Oltra, no se está planteando recuperar los niveles de inversión de hace una década, que sería lo más lógico, sino todo lo contrario, dejar que el mar invada los recursos turísticos de nuestro litoral. Suerte tienen los holandeses de no compartir estos dirigentes; si no, un tercio de su territorio, que es el que está por debajo del nivel del mar, hubiera desaparecido.

*Alcalde de Moncofa