De mal… en peor. No hace ni dos semanas que denunciaba en este mismo espacio la mala calidad asistencial que la Generalitat del socialista Ximo Puig, con el beneplácito de la alcaldesa Amparo Marco, está dispensando a los castellonenses en materia sanitaria, pero ha sido tiempo suficiente para ratificar que la situación puede ser todavía peor.

Esta semana se ha activado el Plan Especial de Vacaciones, el programa con el que, teóricamente, la Conselleria de Sanidad refuerza de personal los ambulatorios de toda la provincia, para atender el incremento de la demanda asistencial del verano.

Pero lo que se encuentran los castellonenses es que sus centros de salud y consultorios habituales cierran a las 15.00, dejando de atender al público desde ese momento, mientras que el consultorio de la Marjaleria, que tradicionalmente estaba activo los tres meses de verano, ahora solo abre... ¡una hora al día! ¿Pero qué tomadura de pelo es esta? ¿Los 15.000 vecinos de la Marjaleria solo se merecen una hora de atención al día?

Pero aún hay más. Esta misma semana, una menor requirió servicios sanitarios de urgencia en el Grao, en plenas fiestas. Pero la ambulancia tardó en llegar ¡40 minutos!

La situación es intolerable y absolutamente tercermundista. El autodenominado gobierno de las personas se está luciendo, porque los méritos que está realizando van justamente en dirección contraria. Desde luego, los socialistas son únicos a la hora de recortar derechos y servicios en un área que es fundamental, como la sanidad. El suma y sigue de despropósitos necesita llegar a su fin. Los castellonenses necesitan una sanidad de primera y sin recortes. No podemos seguir de mal... en peor.

*Portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Castellón