El miércoles, en Fitur, en un ambiente de trabajo profesional del sector turístico y con muchas ganas y proyectos en la cartera, celebramos con el máximo responsable del FIB, Melvin Benn, el 25 cumpleaños del festival. Para Benicàssim, huelga decir que FIB ha sido la punta de lanza de un proyecto de dinamización turística que ha conseguido que se nos conozca en todo el mundo y que seamos la verdadera capital de festivales de la música en España.

Es cierto que otras muchas ciudades celebran festivales con grandes artistas, pero decir FIB y decir Benicàssim significa algo más. Significa vacaciones, significa buen tiempo, playas, sol, significa buen ambiente, hospitalidad y algo más importante, significa excelentes servicios, calidad de estancia y ganas de repetir. Por eso la gente quiere venir a disfrutar esa experiencia en primera persona: que no se lo cuenten.

Por este motivo, Benicàssim tiene muy claro el camino a seguir para consolidar ese plus, ese valor añadido que somos capaces de ofrecer frente a otras ciudades.

En 25 años de FIB han cambiado muchas cosas, han pasado buenos y malos momentos, pero Benicàssim ha luchado por mantener el festival. Además, la ciudad ha aprendido y crecido con un objetivo que era consolidar un espacio destinado a grandes eventos y grandes festivales. Así, mientras en primera línea sonaba la música de los mejores grupos del planeta; en la retaguardia, el Ayuntamiento iba trabajando como hormiguitas para ofrecer los mejores servicios y condiciones a los promotores que apostaran por Benicàssim y a los turistas que llegaran hasta nuestras tierras.

Cuando a veces escucho a alguien decir que no quiere festivales, a mi se me ocurren medio millón de razones para decirle que se equivoca. Una razón por cada uno de las personas que forman esos 500.000 espectadores que llegan a Benicàssim, comen y duermen y consumen allí, atraídos por los festivales. Se me ocurren más de 2.000 motivos, como son los más de dos mil puestos de trabajo que generan los festivales. Y se me vienen a la cabeza los más de 10 millones de euros de repercusión directa en la economía local.

*Alcaldesa de Benicàssim