Leo el artículo de opinión publicado el día 24 de noviembre en Mediterráneo sobre el Colegio Regina Violant y me apena que la alcaldesa de Almassora no haya entendido nada en absoluto. Y bien que lo lamento, porque con las obras paralizadas desde enero y sin que se vislumbre una solución para desbloquear el proyecto, califica que lo que el día 23 se aprobó en el pleno de Les Corts, fue un intento, por mi parte de «colgarme» una supuesta medalla.

Fue una moción que presenté el 19 de octubre, tras las evasivas respuestas que me dio el conseller cuando le interpelé en el pleno del día anterior, en las que no aclaró el futuro de las obras ni su previsión de terminarlas. Y, sí, busqué el apoyo de otros grupos para que saliera adelante, para que fuera aprobada. Y tanto Ciudadanos como Podemos me mostraron de inmediato su intención de apoyarla, con lo cual me aseguraba que la moción fuera aprobada por, al menos los 50 votos que sumamos PP, Ciudadanos y Podemos, dado que cabía pensar que ni PSOE ni Compromís iban a apoyar el desbloqueo mediante la negociación con la empresa, ya que este extremo fue totalmente descartado por el conseller Vicent Marzà (Compromís) en el pleno del 18 de octubre, y también por la alcaldesa de Almassora (PSOE) en el pleno municipal del 17 de noviembre ante el requerimiento del PP.

CIUDADANOS y Podemos anunciaron en la tribuna que votarían afirmativamente. A la vista de lo expuesto anteriormente, y a pesar de manifestar durante el debate la misma postura contraria a la negociación que había expresado el Conseller, y para sorpresa de todos, PSOE y Compromís votaron afirmativamente, evitando perder la votación y quedar en evidencia ante los padres del Regina…

Fue una agradable sorpresa, puesto que la moción aprobada insta al Consell a «reconducir, mediante la oportuna negociación, la actual situación de bloqueo y paralización de las obras… buscando un acuerdo con la empresa adjudicataria para que se reinicien de inmediato las obras…», algo que el conseller no se ha dignado hacer a pesar de que las obras están paradas desde el mes de enero, ni tampoco ha querido «mediar» la alcaldesa…

No, señora alcaldesa, no busqué ninguna medalla. Ya no tengo edad para competir en esas carreras… Lo que hice fue recoger la desazón de los padres y pedirle al conseller que desbloquee la situación, y con esta moción, que fue aprobada por unanimidad, tanto el conseller como la alcaldesa tendrán que cambiar de opinión y ponerse a negociar el desbloqueo de las obras, ahora por mandato de Les Corts.

Por tanto, señora alcaldesa, no quiero ninguna medalla, quiero remar para, en todo lo que esté en mi mano, se acabe esta absoluta sinrazón. Le pido que se ponga usted también a remar. Si remamos todos juntos igual somos capaces de desencallar el proyecto. No me busque en el «y tú más», ahí no me va encontrar. Me encontrará, si quiere, remando desde Les Corts, y espero que usted haga lo mismo desde la alcaldía. Los padres es lo que quieren: soluciones y no guerras estériles.

*Diputado autonómico del grupo parlamentario popular