Este verano del 2017 marca desde el humo de los barcos, que cada mañana vemos aparecer por el horizonte los vecinos de las playas de Benicàssim, una serie de signos extraños, que parecen naturales para algunas gentes, pero cuyo significado yo no acabo de comprender.

En un signo brusco que marca una nube, he creído ver la cara de mi amigo y compañero, casi un hermano, Lorenzo, al que busco y no encuentro entre mis picores de la primavera. Y lo cierto es que yo sigo sintiendo que cada día está cerca de mí. En los lugares queridos de mis archivos, viven todavía todos los dibujos que me entregó de corazón a corazón, de sugerencia temática o expresión de arte desde el 2002 sus rayitas y dibujos. Muchísimos, se han publicado aquí desde el 2002, cada verano. Algunos los guardo todavía y aprovecharemos todos los miembros de Mediterráneo para guardar la memoria y rendir homenaje a Lorenzo Ramírez Portolés.

BUENO, hay en juego - en este juego de amor - otras circunstancias como son los nombres de todos quienes pueblan la redacción del periódico. Y, en su nombre, los dos directores de estos últimos tiempos, los ya de este siglo, nos escribieron unas líneas que tenemos grabadas a fuego lento en nuestro corazón, el de Lorenzo y el mío.

El ya vecino permanente de este entorno ahora de nuestra bahía, entre el torreón y el Voramar, Jesús Montesinos.

«Bellés y Lorenzo hacen pedagogía. Y como además son maestros en el arte de la pluma, uno describe maravillosa y armónicamente esa realidad cercana que tanto nos cuesta ver, demasiado deslumbrados por la televisión. Y el otro la plasma rayita a rayita hasta que brota una imagen. Conjuntados por eso parieron una columna, el 26 de agosto del 2004, titulado Dudú y diez reyes del mambo más, que me pareció de antología».

Por su parte, el actual director, José Luis Valencia Larrañeta, ha dejado escrito lo siguiente:

«Si alguien capaz de embutir en las cuatro líneas permitidas en la página de un periódico toda una vida de pasiones, ilusiones, anhelos o anécdotas junto a los grandes acontecimientos o las pequeñas obras que jalonan la biografía de cualquier ser humano, desde el más grande al más desconocido, ese es el columnista de Mediterráneo y hombre versátil de la cultura y la sociedad castellonense donde los haya, Salvador Bellés, a quien acompaña cada día el excelso dibujante y artista, Lorenzo Ramírez».

YA ES PLENO VERANO y van pasando los días y las hojas de mi cuaderno de notas imaginario, donde vuelvo a recordar, cerca de Lorenzo, mis días vividos y mis noches soñadas. También consulto muy a menudo la máquina del tiempo. Y mientras llega el humo de los barcos, me alegra la compañía «diferente» de los negritos, distintos cada año.

Ya dije hace unos años que, con sus grandes pañolones y sus maletas mostrador, están vendiendo sus mercancías en el conjunto de las tres playas, del Torreón, de la Almadraba y del Voramar, que es el espacio donde se construyeron las primeras villas y urbanizadores empezando por aquella ya mítica familia Coloma y sus amigos de Valencia en Castellón. Desde entonces, en aquellos años finales del siglo XIX y el ingeniero Joaquín Coloma Grau y hasta nuestros días se han ido sucediendo cambios sustanciales. Por ejemplo, hoy, son ya firmes los paseos de Bernat Artola, la Almadraba y el de Pilar Coloma, es decir. De la Corte Celestial y del Infierno.

Lo que también se mantiene firme, de año en año, es la confirmación de que Benicàssim celebrará sus fiestas tradicionales, de ámbito local, aunque abierto a todos los veraneantes y visitantes por temporadas para que participen de las alegrías de los vecinos de Benicàssim. Al efecto, días pasados tuvo lugar un emotivo acto público para presentar a la nueva reina de las fiestas, Lucía Pallarés y las damitas que integran su corte de honor. Fue un evento en el que reinó la alegría y la ilusión.

La alcaldesa, Susana Marqués, les dedicó unas hermosas palabras de aliento y felicitación, acompañada como estuvo de gran número de concejales.

Nos iremos viendo…