Mi mensaje de hoy es para los Servicios Sociales de Almassora, sin duda el departamento que más trabajo está asumiendo desde que el coronavirus empezó a cambiar nuestra vida. Junto a la dedicación de la Policía Local, imprescindible en la atención ciudadana y en hacer cumplir las restricciones del confinamiento, la plantilla de Servicios Sociales ha demostrado con creces la vocación de su profesión, la de atender a quienes más sufren.

Han ampliado su horario para seguir solventando las necesidades de vecinos y vecinas de lunes a domingo, multiplicado la gestión de ayudas, incorporado nuevas herramientas como el transporte de comida y fármacos a domicilio, redoblan esfuerzos para amparar a las víctimas de violencia machista y atienden con todo su cariño por teléfono a tantas personas mayores que suman el miedo a la soledad.

A ellos, a la plantilla de Servicios Sociales, no hay que darles instrucciones de cómo tratar a la población en un momento en que las emociones están alteradas. Son quienes nos dan ejemplo para seguir trabajando no en políticas de caridad, sino de bienestar. Habrá tiempo para establecer medidas fiscales definitivas, las más óptimas para la recuperación económica de las familias. Pero lo más urgente es cubrir las necesidades de alimentación y fármacos y evitar el desamparo, y todo ello no ha dejado de estar garantizado gracias a su trabajo.

Mientras suspendemos embargos y aplazamos pagos como impuestos de vehículos o tasas de basura, en Servicios Sociales siguen recibiendo las llamadas de voluntarios que se ofrecen a lo que haga falta, demostrando la mejor cara de la crisis. Representan el mensaje de esperanza sobre el que quiero insistir. Porque hoy queda un día menos para que todo esto acabe y volvamos a disfrutar de los paseos por el Millars, de los atardeceres en la playa, de terrazas, conciertos y familia.

Pero ahora tenemos que unirnos. Y en este punto quiero insistir en un aspecto que nos preocupa mucho: hemos de convencer a las personas mayores de que se queden en casa. En ocasiones no comprenden el riesgo que sufren cuando salen a calle. Hagámosles la compra (en Servicios Sociales canalizamos solicitudes), llamémosles por teléfono y recordémosles que ahora se tienen que dejar cuidar.

*Alcaldesa de Almassora