Existe una gran tendencia a valorar de forma excesiva todo aquello que marca distancias, es decir, admirar lo inaccesible y, en consecuencia, infravalorar lo tangible. Es una tendencia natural del ser humano, la de quedar maravillado ante lo que parece inalcanzable. Nos pasa con los viajes, sin ir más lejos: ¿Quién no ha tenido un globo terráqueo de pequeño y le ha dado vueltas soñando que podía viajar allí donde el dedo marcara?

Sin embargo, hay que saber mirar las oportunidades cercanas, lo que tenemos al alcance de la mano. No descubro nada si hablo del liberalismo como forma de entender el mundo. Y justo desde la apuesta liberal, soy un firme defensor de la creación de oportunidades y, sobre todo, de apostar porque las instituciones sean útiles al contribuyente.

En democracia no hay un error más grande que tener administraciones que entorpezcan la vida del ciudadano y que la burocracia sea una losa para el crecimiento. Menos administración siempre coincide con una mayor libertad, con menos trámites y con menos impuestos.

Hace ya casi seis años que nuestra apuesta desde el Gobierno Provincial ha sido la de ser una herramienta útil para vertebrar la provincia, un método para lograr buenos resultados y que se creen oportunidades a través de la unidad, del respeto a las 135 localidades que conforman Castellón y, sobre todo, la apuesta por la libertad.

Dice el pensador José Antonio Marina que «conviene que combatan las ideas para que no combatan las personas». Y ese es el lema del Gobierno Provincial, como nos ha sucedido esta misma semana con Villa Elisa, en Benicàssim. Hemos decidido rescatar con un convenio singular la situación de bloqueo que vive este edificio por parte de la Generalitat Valenciana. Villa Elisa pasará a ser el espacio sociocultural que se merece esta tierra, en un enclave privilegiado, frente al Mediterráneo.

Creo que se ha perdido mucho tiempo y que Villa Elisa podía haber sumado hoy a Benicàssim muchas oportunidades, pero ha acabado el momento de las lamentaciones, no queremos llorar ni un minuto más, que cada uno asuma sus responsabilidades. Los que hacemos por lo que hacemos, y los que no hacen por lo que no han hecho. Desde su construcción en 1942 no solo fue un referente, sino que además sirvió para recuperar el esplendor de las villas de Benicàssim como referente de la sociedad en verano y esta actuación la llevaremos a cabo junto al Ayuntamiento.

No es la primera vez que desde la Diputación rescatamos y ofrecemos nuestra ayuda para desbloquear cuestiones que afectan al día a día de los ciudadanos, como en los consorcios de residuos o en todo aquello que se nos pide colaborar.

Queremos siempre estar al lado de los que nos necesitan y, sobre todo, priorizar todo aquello que sirva para crear oportunidades, generar empleo y vertebrar a Castellón. Que el tiempo de las ideas sea el tiempo de seguir avanzando.

*Presidente de la Diputación de Castellón