La Comunitat Valenciana es, con Pedro Sánchez de presidente del Gobierno, la autonomía que menos inversión recibe del Estado, solo el 1% del total nacional, y la peor financiada. Pero a pesar de ello el Consell ha cambiado la pancarta por la mansedumbre partidaria y no se va a mover.

Esta situación se produce además cuando hemos conocido que es el gobierno valenciano, según el ministerio, el último de los diecisiete en ejecutar sus propias obras --han ejecutado solo el 6,5% de lo previsto hasta julio-- y el más moroso, el que más hace esperar a sus proveedores --53 días-- mientras Andalucía y Castilla y León lo hacen en 18 y 24, respectivamente.

En lo que ya no somos primeros, sino solo segundos tras Cataluña, es en el agujero anual, que hemos pasado de un déficit de 666 millones en todo el 2018 a 1.276 hasta junio, el doble en la mitad de tiempo.

Y justo por eso, por derrochar, por gastar lo que no teníamos, así la región de mayor crecimiento del paro en España este verano contrató a 116 asesores, aumentó un 50% los altos cargos, hasta los 330 y ha engrasado el aparato de propaganda hasta límites insospechados

Así hemos visto cómo la gran preocupación laboral del Consell no son los médicos, sino cómo hacer a 500 trabajadores fijos en À Punt, pagar 43.000 euros por una entrevista internacional para criticar al Partido Popular o dedicar 20 millones de euros a propaganda institucional.

Por eso, entre militantes, amigos, asesores y propaganda se han quedado sin dinero para ti.

Por si necesitas más: no están ayudando a nadie, se están ayudando a ellos mismos, como demuestra lo que ha pasado con el Fondo de Contingencia donde pusieron 9 millones, quitaron 7 y quedan 2.

NO LES PIDO el rigor y la seriedad del presupuesto de Rajoy del 2018, donde se dejó un fondo para contingencia e imprevistos de 2.397 millones de euros, pero es escandaloso la poca eficacia del Botànic. Ahora que más falta hace aportar recursos… ya se los han gastado y llegan los recortes. Por desgracia.

*Presidente PPCS