El 7 de septiembre arrancará el curso escolar en Almassora y lo hará con más seguridad que nunca, adaptado a la nueva normalidad. La vuelta al cole será diferente este año y tengo que agradecer a las comunidades educativas de todos los centros y a la inspección de la Conselleria de Educación la disposición para colaborar en los preparativos de un curso atípico. La dirección de todos los colegios y la concejala del área, Raquel Barberà , han apostado por la prudencia para minimizar la exposición al virus.

De igual forma ocurre en el resto de instalaciones municipales, con una biblioteca que se ha adaptado a la nueva normativa de seguridad o un pabellón B de La Garrofera que ya luce renovado tras las obras para que los clubs deportivos de la localidad vuelvan a sus entrenamientos sin necesidad de desplazarse a otros municipios. Después de tantos años sin uso por las obras del Regina Violant, la pista reúne todas condiciones para reabrir sus puertas con los protocolos de seguridad oportunos.

No son las únicas medidas que hemos tomado este verano. Yo misma firmé ayer el convenio con Facsa para analizar las aguas residuales de Almassora y prevenir cualquier posible rebrote en un momento en que es vital mantener la responsabilidad. No nos cansaremos de recordar el uso de la mascarilla en todo momento, guardar la distancia de seguridad y lavarnos las manos con la mayor frecuencia posible.

Así, en estos días prosiguen las obras de peatonalización de la Vila, cofinanciadas con fondos Feder de la Unión Europea, y lo hacen las del cementerio, que tienen la subvención de la Diputación de Castellón. Los técnicos municipales continúan también con la tramitación del programa Edificant para que los colegios Embajador Beltrán y Santa Quitèria salgan a licitación lo más pronto posible y el covid-19 no sea un obstáculo en el progreso de Almassora. H

*Alcaldesa de Almassora