Todo indica que el próximo 10 de noviembre estaremos llamados a las urnas. Salvo acuerdo in extremis, la legislatura está condenada a ser la más breve junto con la del 2015 a 2016, pero lo peor es que en caso de no haber elecciones la legislatura tampoco tendría mucho recorrido, ya que PSOE y Podemos no se fían el uno del otro, y así es imposible que funcione una relación o gobierno. Hay un dicho popular que dice quien no se fía no es de fiar, eso es lo que hoy estarán pensando en Podemos sobre el PSOE.

El partido de extrema izquierda cedió en su programa olvidando el derecho a decidir, excluyó a su líder de la propuesta para formar un gobierno de coalición, han cedido constantemente, hasta en el último momento parecen dispuestos a aceptar la propuesta de de julio, donde Pedro Sánchez dejaba un papel residual a los de Podemos. Sin embargo, Pablo Iglesias ha descubierto la verdadera cara de Sánchez, como en su día descubrió Albert Rivera. Sánchez no tiene un proyecto político, quiere mantenerse él y hará lo necesario, si lo que más le conviene es provocar unas nuevas elecciones pidiendo imposibles para que le apoyen, lo hace, da igual el coste que supone al Estado, la desafección que produce en los españoles hacia la política.

Gracias a estas elecciones provocadas, alargará su estancia en Moncloa y confía en que lo hará con más apoyo. Pero bien haría Sánchez en recordar que casi nunca los adelantos electorales haciendo cálculos de interés personal funcionan bien. Que que se lo pregunten a Theresa May, Mateo Renzi, o David Cameron con su referéndum. Los españoles pueden dar la sorpresa castigando a los que nos han traído hasta aquí, digan lo que digan las encuestas.

*Secretario provincial PP Castellón