Un año que comienza es una puerta que se abre. Es un escenario de nuevas oportunidades de cambio y transformación. Para las personas, porque se pone la cuenta a cero y se emprenden aventuras para buscar la felicidad, proyectos para hacernos mejores; pero también para las instituciones que aspiran a cambiar el estado de las cosas y ganar calidad de vida para todas y todos.

2016 es una puerta abierta para el progreso de Castellón. Desde el Gobierno municipal estamos decididos a aprovechar la oportunidad de seguir trabajando en un proyecto renovador para la ciudad. En los últimos seis meses hemos plantado las semillas y ahora esperamos que las ideas se desarrollen y el bienestar crezca. Se han plantado las bases para el avance de Castellón y lo que toca, ahora, es darles el impulso político necesario. Como cuando se riega un árbol para cosechar los frutos esperados.

Hasta ahora hemos gestionado condicionados por un presupuesto aprobado por el anterior equipo de gobierno, elaborado con unas prioridades que no son las que necesita un Castellón aún castigado por las desgracias de la economía. Han sido demasiados años de presupuestos fallidos, de inversiones ficticias, de proyectos absurdos y ocasiones desperdiciadas. El rastro de la ineficacia de la derecha ha causado un gran daño a nuestro futuro común. Ahora, la responsabilidad total es del nuevo Gobierno. El presupuesto que entrará en vigor en unos días se ha concebido desde la convicción de que lo que toca es centrar el foco en las personas, en especial de aquellas que más necesitan la mano de la Administración. El Ayuntamiento tiene la responsabilidad de poner en marcha todas las actuaciones que garanticen las mínimas oportunidades para lograr la prosperidad, individual y colectiva.

Una gran mayoría de castellonenses sufre las consecuencias de la crisis. La realidad es la que es y no la que nos quieren vender gobernantes insensibles que proclaman que lo peor ya ha pasado. A todas y todos nos gustaría pensar que, efectivamente, hemos cerrado una penosa página de nuestra historia y que las cosas comienzan a ir mejor. Tristemente, aún no es así.

El año que estrenamos es un paso más en ese camino del cambio. El Ayuntamiento de Castellón, desde la acción del Gobierno y el labor supervisadora de la oposición, debe ofrecer respuestas a los grandes problemas de la sociedad. En nuestra mano no están todas las soluciones, pero sí deben estar el esfuerzo y la responsabilidad para buscarlas. El maestro Saramago nos dijo que “no tengamos prisa, pero no perdamos tiempo”. Las oportunidades esperan. Empecemos. H

*Alcaldesa de Castellón