Desde la Universitat Jaume I de Castellón y la Fundación Universitat Jaume I-Empresa estamos organizando el XXIII Congreso Internacional de Turismo Universidad-Empresa, contando con el apoyo institucional de la Diputación Provincial de Castellón y con la colaboración de la Generalitat a través de TurismeComunitat Valenciana. Cada edición de este reconocido evento ha sido diferente del resto, pero este año, sin duda, será una edición muy especial por las circunstancias excepcionales ocasionadas por la pandemia que está afectando a todo el sector turístico. Este año hemos querido dedicar el congreso de turismo a servir de foro para la reflexión conjunta de un tema que está condicionando la actividad económica en todos los sectores, y especialmente al turismo: el covid-19.

Después de desastres y crisis se suele escuchar frases como «las cosas ya nunca serán como antes», sin embargo, normalmente y transcurrido un tiempo, se vuelve a las rutinas normales. En este caso, algunos aspectos de nuestros comportamientos pueden verse afectados por verdaderos cambios de paradigma. En ciencia, estos momentos son los más relevantes, porque conducen a un cambio en nuestra visión del mundo. Es importante destacar que esta pandemia subraya que el turismo debe entenderse en el contexto económico y político global más amplio que definirá el mundo futuro en el que operará el turismo. Viviremos en un mundo turístico de «nueva normalidad».

La pandemia del coronavirus está atacando fuertemente a la actividad turística, ya que afecta directamente a sus cimientos: la movilidad y el contacto entre las personas. La actividad turística es muy vulnerable frente a una emergencia sanitaria, ya que el turismo no es una prioridad. Además, la evolución de la pandemia a nivel global no hace prever cuando será el final de esta crisis. Por ello crece la incertidumbre y el miedo a la desaparición de buena parte de la actividad turística a corto plazo, con lo que esto supondría para esas economías, como la nuestra, en las que la industria turística es uno de sus principales pilares.

El covid-19 está provocando una crisis sin precedentes para el sector turístico. Se ha reducido la llegada de turistas internacionales entre un 60 y un 80 por ciento en 2020, y no es probable que el gasto en turismo vuelva a los niveles anteriores a la crisis hasta 2024. Esto pone en riesgo muchos millones de puestos de trabajo. La caótica situación en que se encuentra inmersa la gran mayoría de empresas del sector va a requerir un gran esfuerzo para remontar el vuelo. Consideramos que será necesaria la ayuda desde todos los ámbitos. Antes del covid-19, la mayoría de organismos públicos vinculados al turismo se centraban en el marketing de destinos, las promociones de la industria y la investigación. Sin embargo, ahora están lidiando con una serie de nuevas regulaciones, programas de estímulo y protocolos. También están lidiando con la incertidumbre en torno a la previsión de la demanda. El sector público puede estar en la mejor posición para supervisar este proceso. A medida que las fronteras comiencen a reabrirse y el interés por el ocio se recupere en algunas regiones, los gobiernos podrían aprovechar la oportunidad para repensar su papel dentro del turismo, contribuyendo potencialmente a la recuperación del sector y fortaleciéndolo a largo plazo.

Se considera que la industria del turismo está entrando en una gran crisis, y que se ha de enfrentar a amenazas sin precedentes. El covid-19 está generando una alarma de salud global que está rompiendo la estabilidad de la atención médica y está afectando al colapso económico de muchas actividades. En la corta historia del turismo nunca nos habíamos enfrentado a un fenómeno de estas características, por lo que es preciso poner en valor la inteligencia colectiva, aportando trabajos de investigación que ayuden a encontrar soluciones para la salida de esta crisis. La comunidad científica se ha puesto manos a la obra en plena pandemia y se están realizando numerosos estudios al respecto. La mayoría de los estudios entienden que la crisis del covid-19 va a suponer un parón en el sector turístico pero que, antes o después, volverá a recuperarse.

Resulta de vital importancia para el sector analizar la situación actual y ver posibilidades de salida a la crisis generada y nos gustaría que el congreso de Turismo pudiera constituir la plataforma adecuada para realizar dicho análisis. Por ello, queremos presentar todas aquellas investigaciones encaminadas a tratar el tema del covid en la actividad turística. El Congreso mantiene una estructura similar a la que ha tenido en los últimos años, porque creemos que tiene un formato válido y contrastado después del éxito cosechado en ediciones anteriores. Así, podemos distinguir entre ponencias en las que se invita a reconocidos expertos a nivel mundial que dan una visión global del lema del congreso desde un enfoque académico. También se organizan mesas redondas para comentar distintas perspectivas de un mismo problema; este tipo de actividades tiene un enfoque más profesional, y nos gustaría conseguir atraer la atención de las empresas del sector turístico.

Consideramos que esta edición del congreso de Turismo puede servir como foro de debate que permita recoger todas las opiniones de los responsables tanto de empresas como de instituciones públicas y aunar esfuerzos para conseguir revertir la tendencia negativa que la pandemia está ocasionando en el sector turístico. Esperamos que en nuestro congreso de Turismo se pueda generar y compartir interesantes reflexiones constructivas sobre el futuro de un sector que tiene una gran influencia en la actividad económica y social de nuestro territorio. H

*Catedrático de Organización de Empresas de la UJI y director del Congreso Internacional de Turismo